El vicepresidente de la petrolera estatal, Germán Riet, precisó que el petróleo derramado “se recuperó y llevó en camiones tanque a José Ignacio para volver a procesarlo”.
Montevideo. Al mediodía de este sábado, los técnicos de Ancap culminaban con la primera etapa del control del derrame de petróleo que se produjo este viernes en el arroyo Solís Grande, tras explotar una manguera del oleoducto que une la boya petrolera de José Ignacio con la refinería de La Teja.
“Desde las 10 de la noche hasta ahora (mediodía) se hizo una barrera de arena y pozos, donde el petróleo se fue acumulando”, informó a Observa el vicepresidente de la petrolera estatal, Germán Riet.
Además, precisó que el petróleo derramado “se recuperó y llevó en camiones tanque a José Ignacio para volver a procesarlo”.
“Ahora comienza la larga tarea con lo que determinen los técnicos de Medioambiente de Ancap, la Dinama y Prefectura”, indicó Riet.
En cuanto al perjuicio que provocó el derrame, el jefe de la petrolera estatal explicó que “en el curso de agua se ve alguna mancha aceitosa y aislada, tan leve que no se puede absorber con una bomba”.
Admitió que “habrá que sustituir parte de la tierra contra la carretera, que quedó muy embebida”. De todos modos dijo que “se ven peces en el muelle y garzas blancas”.
Riet indicó que la Dinama y Prefectura “examinaron por tierra y por el arroyo en lancha y vieron muy pocas manchas de aceite, pero muy dispersas como para succionarlas”.
Este viernes se produjo un accidente en tierra en el oleoducto que une la boya de José Ignacio con La Teja en la zona limítrofe entre Canelones y Maldonado.
Por la cercanía con el arroyo Solís Grande el producto llegó al agua, por lo que debieron intervenir integrantes de bomberos, Ancap y prefectura.
La fuga se produjo cuando se rompió una manguera que extraía petróleo para realizar operaciones de mantenimiento en el oleoducto.
Para realizar las tareas de mantenimiento los obreros debieron cortar el flujo de ese sector a través de una bomba succionadora, la bomba estalló y el crudo empezó a esparcirse hasta llegar al curso de agua.
“Esa manguera, que teóricamente soporta 20 kilos, se rompió cuando trabajaban a 7 kilos. Al reventar la manguera se ha derramado crudo que ha llegado al agua”, aseguró Riet.
Por otro lado, también se procedió a bloquear el flujo de crudo que viene desde la boya de José Ignacio, para evitar que siga ingresando al sector en el que se encuentran los problemas.