En el 2011, dicho país logró ingresos récord en exportaciones, pese a la competencia regional y a las dificultades que atraviesan los productores locales para abastecer la alta demanda externa.

Montevideo. En un corral de Durazno, en el centro de Uruguay, centenares de vacas pastan y descansan con música de fondo para relajarse, una apuesta para que su carne se vuelva más tierna y poder obtener así cortes más caros.

La estrategia de apostar a la calidad -y no al volumen- le ha rendido sus frutos al sexto mayor proveedor mundial de cortes vacunos.

En el 2011, Uruguay logró ingresos récord en exportaciones, pese a la competencia regional y a las dificultades que atraviesan los productores locales para abastecer la alta demanda externa.

La calidad que distingue a la carne uruguaya ha permitido que su precio en el exterior llegue a unos US$4.400 por tonelada, el más caro entre competidores como Brasil, Paraguay, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia.

"Nosotros volumen no tenemos. Los vamos a correr a calidad. Si (los clientes) quieren volumen, que le compren a Brasil. Ellos hacen Volkswagen, nosotros hacemos Mercedes", dijo el vicepresidente del Instituto Nacional de Carnes (Inac), Fernando Pérez Abella.

La fórmula fue exitosa en el 2011, cuando el país faenó dos millones de animales, un millón menos que su capacidad instalada y, sin embargo, incrementó un 18% sus ingresos a US$1.333 millones, con la ayuda de los altos precios internacionales.

No obstante, medida en volumen, la nación sudamericana registró la menor exportación de carne vacuna en ocho años, con 336.755 toneladas, como consecuencia de una caída del rodeo.

"Se está pasando una situación difícil (...). Hay una esperanza grande de que esto se logre revertir y que los precios sigan siendo altos, pero tenemos dos o tres años complicados por delante", declaró el presidente de la Asociación de Frigoríficos, Gustavo Diéguez.

Uruguay es sinónimo de carne vacuna. El país registra la mayor cantidad de bovinos per cápita del mundo, con 11,2 millones de cabezas frente a 3,2 millones de ciudadanos, y ostenta, además, el mayor consumo por habitante, con 59 kilos al año.

Pero nada de eso impidió que la producción de carne disminuyera y que la agricultura de soja avanzara sobre tierras antes dedicadas a la ganadería.

Muchos expertos estiman que pronto la soja desplazará a la carne como el principal producto de exportación de Uruguay y que seguirá avanzando sobre los cerca de 3 millones de hectáreas con potencial agrícola actualmente usados para la ganadería.

"El grave problema que tiene la industria frigorífica hoy es a causa de la desaparición de los buenos campos que producían un porcentaje muy alto de la carne uruguaya y que hoy pasaron a manos de la agricultura", expresó el vicepresidente de la Asociación de Consignatarios de Ganado, Guillermo Bachino.

Una fuerte sequía ahondó los problemas del sector cárnico en las temporadas 2007/08 y 2008/09 al provocar una fuerte reducción del rodeo, que los expertos creen que demorará en reponerse.

"La cadena cárnica está pasando por un problema de falta de mercadería que tal vez se acentúe el año que viene por los efectos de la seca pasada. Pero será un tema pasajero y lo que se pierde por volumen lo gana en precio", opinó Pérez Abella.