Desde el proyecto minero de extracción de hierro manejado por la empresa de origen indio, Zamin Ferrous, se dvirtió valores anormales de arsénico, fósforo, zinc y otras sustancias.
Arsénico, fósforo, amonio libre, zinc, nitritos. Esas sustancias, algunas muy tóxicas, fueron encontradas por Aratirí en cursos de agua donde piensa actuar con su proyecto minero en concentraciones por encima de la normativa nacional. La empresa presentó en agosto a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) una actualización de su plan de impacto ambiental, ya que el trazado del mineroducto y la localización del puerto cambiaron por la decisión del gobierno de trasladar el sitio donde construirá un puerto de aguas profundas en Rocha.
El extenso informe al que accedió El Observador indica detalles de cómo serán las etapas de construcción, operación y desmontaje de las obras. Esa última versión del plan de impacto se centra en el nuevo trayecto del mineroducto, que irá de Valentines (Treinta y Tres) hasta la costa rochense en El Palenque. En total tendrá una extensión de 234 kilómetros y a su paso deberá sortear obstáculos naturales como ríos, arroyos, cañadas y diversas plantaciones. Pero también deberá intervenir zonas “sensibles”, como humedales o palmares.
Aratirí exploró la zona a intervenir, para determinar el punto de partida de sus operaciones. Al analizar los cursos de agua entre abril y junio de este año, se encontró con valores normales de las distintas sustancias en términos generales, pero también detectó situaciones anormales.
El informe advierte de la presencia de fósforo “total” y “disuelto” en “todos los puntos en donde se analizó”. Esos valores, dice, superan el estándar nacional. En el curso de agua correspondiente al arroyo India Muerta que piensa intervenir con los caños del mineroducto, por ejemplo, encontró una concentración de níquel que también excede la normativa local.
Del mismo modo, el estudio identificó arsénico –un elemento altamente tóxico- por encima de lo permitido en dos de los puntos analizados.
Al igual que con el fósforo, que fue detectado en valores por encima de lo permitido en todos los sitios estudiados, Aratirí encontró parámetros de sustancias fenólicas fuera de lo normal.
El informe de impacto actualizado dice que en 30% de los cursos de agua de la traza inicial del mineroducto se superaban los valores establecidos por la normativa canadiense. Pero al actualizar el trayecto del caño para transportar el concentrado de hierro, los lugares con sustancias fenólicas fuera de rango se duplicaron a 60%.
Peces, turismo. El estudio de la empresa tiene una extensión aproximada de 4.500 páginas. Lo analizan desde fines de agosto un equipo de ocho profesionales de la División Emprendimientos de Alta Complejidad, ubicada en el cuarto piso de la sede de Dinama. Esos funcionarios están dedicados de forma casi exclusiva a la tarea de analizar el informe de la minera. De forma paralela también analizan la construcción del puerto de aguas profudnas.
Aratirí no incluyó en ese estudio el plan de cierre de minas, algo que todavía le debe entregar al gobierno antes de obtener la autorización ambiental. Ello es independiente de la negociación para firmar el contrato.
Como ya definió el Poder Ejecutivo, se podrían poner de acuerdo en los plazos y condiciones establecidos por la ley incluso sin tener el visto bueno de Dinama. Sin embargo, el contrato indicará específicamente que no podrá comenzar con la extracción hasta tanto no cumpla todo lo que exija el organismo ambiental.
Los impactos que plantea Aratirí en su informe actualizado son moderados y manejables para el caso del mineroducto y la terminal portuaria. El estudio profundiza sobre eventuales consecuencias en la flora y la fauna. Dice, por ejemplo, que algunas especies de peces podrían quedar atrapadas durante los trabajos de instalación del mineroducto. Sin embargo, los daños serían momentáneos, indica.
En cuanto al turismo, la empresa admite que podría verse afectada la visual de importantes balnearios como La Pedrera y Cabo Polonio. Desde allí se podrá ver la terminal portuaria a construirse en El Palenque, así como todo el montaje para filtrar el agua con el concentrado de hierro que llegará desde Valentines por el mineroducto.