La terminal de Montevideo puede recibir 4 millones de pasajeros anuales, pero al cierre de 2017 suma unos 2,2 millones, por lo que aún está lejos de superar su capacidad instalada. Actualmente está operando con 12 aerolíneas comerciales de pasajeros y 2 de carga.
El Observador de Uruguay. El cierre de Pluna en julio de 2012 dejó un tendal de deudas y agujeros en varios proveedores de esa compañía. Uno de los jugadores que sufrió en carne propia el fin de la emblemática aerolínea de bandera nacional fue el Aeropuerto Internacional de Carrasco, que perdió al principal operador de su hub aéreo (centro de conexión) en la región. Seis años más tarde, el concesionario de la principal terminal aérea del país logró sobreponerse a ese duro revés y, por primera vez en 2017, superó el umbral de pasajeros que dejó el último año completo de Pluna volando (2011).
La terminal de Montevideo espera que unos 2,2 millones dejen su huella al cierre del ejercicio 2017. Ahora, ¿basta con esa meta? Parece que no. Las autoridades del Poder Ejecutivo, el concesionario de esa terminal y expertos consideran que hay tarea pendiente por hacer y seguir creciendo. La terminal de Montevideo puede recibir sin problemas unos 4 millones de pasajeros anuales por lo que aún está lejos de superar su capacidad instalada. A nivel privado hay optimismo por el desarrollo de la industria a nivel regional y global, aunque también hay deberes por hacer.
Las nuevas aeronaves gastan hoy hasta un 30% menos combustibles y hay un boom explosivo de compañías low cost. Todo esto hace que viajar en avión esté cada vez más al alcance para un número mayor de consumidores.
"Estamos viendo el desarrollo de Argentina porque va a tener su derrame en Uruguay", dijo Diego Arrosa.
Actualmente, Uruguay está operando con 12 aerolíneas comerciales de pasajeros y otras 2 de carga. En el acumulado enero-noviembre, la ruta Montevideo-San Pablo dominó el hub aéreo con 427 mil pasajeros y una participación del 22%, en segundo lugar quedó Santiago de Chile con 287 mil pasajeros y un crecimiento explosivo del 31% respecto a igual período del año pasado, mientras que Aeroparque (Buenos Aires) completó el podio con 236 pasajeros y un aumento de 11% sobre 2016.
"Este año estamos superando los 2 millones de pasajeros, que es un récord histórico para esta terminal", destacó Diego Arrosa gerente general de Puerta del Sur, el concesionario privado de Carrasco. La proyección del Ejecutivo es cerrar el 2017 con cerca de 2,2 millones de personas.
"Eso nos deja de un crecimiento interanual cercano al 12% y por encima de la media regional", acotó el ejecutivo en diálogo con El Observador. Arrosa indicó que Uruguay logró crecer por encima del promedio regional en 2017 gracias a la llegada de nuevas aerolíneas como Sky o Azul, el incremento de frecuencia de compañías como Copa y Latam, o la nueva ruta de Avianca con Bogotá.
"Si Uruguay se transforma en un hub, sería más atractivo para aerolíneas internacionales", dijo Alejandro Spera.
Una variable clave para definir la rentabilidad de una ruta y asegurar su continuidad son los niveles de ocupación. Acá también el aeropuerto de Carrasco logró mejorar su desempeño en 2017 al llegar a 77% en promedio contemplando todas sus rutas, versus una media del año anterior del 73%.
De las verdes. Sobre el cierre de 2017 al aeropuerto de Carrasco recibió dos noticias no tan gratas para los planes de expansión. En octubre la compañía aérea francesa Air France le informó al gobierno uruguayo que dejaba de cubrir las cinco frecuencias semanales de la ruta Montevideo (previa escala en Ezeiza)-París.
El experto en comercio aeronáutico, Alejandro Spera, dijo a El Observador que es "normal" que las compañías, cuando tienen problemas financieros, dejen de operar las rutas menos atractivos. En el caso de la ruta de Air France, de la capacidad de 300 asientos de su avión –el más moderno que llegaba a Montevideo– en Carrasco se completaban unas 60 en promedio (el resto era Ezeiza).
La otra noticia negativa para las expectativas de expansión del hub de Montevideo se conoció hace un par de semanas cuando la aerolínea brasileña Azul suspendió su plan de tramitar una aerolínea de bandera uruguaya. La compañía negociaba desde el año pasado con el gobierno uruguayo para instalar un hub (centro de conexión) en el aeropuerto de Carrasco con entre seis y ocho aviones.
"El tema de Azul no está muerto y estamos redoblando la apuesta con el gobierno para captar el interés de esa aerolínea o una similar, dándole algunos incentivos o plan que haga atractivo el negocio", reveló el gerente general de Puerta del Sur.
En tanto, Spera considera que el gobierno uruguayo debe enviar "una señal política" y clara si quiere ser atractivo para captar nuevas aerolíneas. Consideró, por ejemplo, que deberían "acortarse" los tiempos técnicos que la Dirección Nacional de Aviación Civil (Dinacia) a la hora de otorgar los permisos. En ese sentido, durante un almuerzo reciente que el ministro de Transporte, Víctor Rossi, brindó en ADM, anunció para abril del próximo año una convocatoria a la comunidad aeroportuaria a jornadas de trabajo que permitan definir objetivos que la fortalezcan.
Nuevos jugadores. "Hay oportunidades para desarrollar el hub que hoy no están explotadas. Estamos entre medio de dos países que tienen más de 200 millones pasajeros", dijo Arrosa, quien consideró como "lógico" que Montevideo pueda "sacar provecho" de su ubicación geográfica, porque otros países en el mundo –similares a Uruguay– han sacado ventaja de ese potencial. Uno de los mercados que se sigue de cerca es Argentina, que está en un pleno proceso de expansión del negocio aéreo con el objetivo duplicar su tráfico aéreo en cinco años, algo que debería tener su efecto "derrame" en Uruguay, explicó el CEO de Puerta del Sur.
Por otro lado, la posibilidad que hoy asoma como más firme para 2018 es el aterrizaje en Carrasco de Aeroméxico. La última visita que el presidente Tabaré Vázquez hizo al país azteca en noviembre sirvió para darle empuje a esta iniciativa. Otro de los que también ha anunciado su intención de llegar a Uruguay es China, aunque acá se reconoce que ello está un poco más distante. Arrosa indicó que con Aeroméxico hace tiempo que se está trabajando.
"Hay negociaciones avanzadas. Queda confirmar la fecha de comienzo y de parte del gobierno definir ciertos parámetros para que la compañía defina su llegada a Uruguay", explicó. El ejecutivo indicó que contar con esa ruta implicará para Uruguay contar con una ruta "más corta" para llegar a China. En promedio, un viaje a la potencia asiática demanda entre 35 y 38 horas para un vuelo a Shanghái. En tanto, vía México esa extensión podría reducirse a unas 30 horas desde Montevideo.
Spera indicó que el arribo de la compañía azteca permitirá a Uruguay no solo acortar los tiempos de vuelos a ese país, sino también a EEUU y Canadá. "Esto podría ser interesante para mejorar la competitividad de las tarifas y para que un pasaje a Estados Unidos durante las fiestas no llegue a costar US$1.800", indicó.
Alerta por combustibles y tasas. El costo del combustibles en la avión comercial es determinante. En los vuelos de larga distancia puede llegar al 60%, en trayectos cortos baja a un 45%. "Es parte del trabajo que está haciendo el gobierno para generar ese terreno atractivo para poder posicionar a Uruguay como hub y salir a buscar compañías como Aeroméxico", explicó Arrosa.
Precisamente, sobre este punto Spera se mostró preocupado porque Uruguay volvió a quedar "relegado" con las tarifas de combustibles en el último tiempo. En 2012, ANCAP había resuelto –en conjunto con Ejecutivo– acompasar los precios al resto de la región. "Luego de casi seis años la paramétrica cambió y ahora volvimos a quedar relegados", alertó el experto aeronáutico.
Otro tema que Spera considera que Uruguay tiene bastante para mejorar, son las tasas e impuestos para rutas cortas como a Buenos Aires. Actualmente, entre tasas de embarque e impuestos hay que pagar unos US$ 70 por ese trayecto, algo "excesivo" respecto a otras rutas de mayor distancia. "Hay barcos que hoy tienen tarifas de US$60 para Montevideo-Buenos Aires", recordó.
Agregó que con esos costos, incluso las compañías low cost tienen barreras para ofrecer tarifas competitivas para el puente aéreo. Esta ruta moviliza unos 240 mil pasajeros por año pero, según Spera, perfectamente se puede cuadruplicar ese volumen a 1,2 millones.
Cifras:
-50 mil pasajeros entre arribos y partidas desfilarían por el aeropuerto de laguna del Sauce en Maldonado desde la última semana de diciembre hasta la tercera de enero.
-11% crecerán las ganancias de las compañías aéreas en 2018 a un récord de US$ 38.400 millones, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
-1,94 millones de pasajeros era el récord del aeropuerto vigente desde 2011. Para este año prevén superar ese registro a unos 2,2 millones de personas.
Elevar la carga aérea es otro de los desafíos. La industria de transporte aéreo es uno de los motores de la economía global, y genera unos 63 millones de puestos de trabajo. Un tercio del valor agregado del comercio global es enviado vía aérea. Para el año 2034, Oxford Economics prevé que el impacto de las industrias de transporte aéreo y turismo habrán crecido en los países en vías de desarrollo para generar 61 millones de puestos de trabajo (59% más que en 2014) y una contribución de US$1,6 trillones al PBI global (+178%).
El aeropuerto de Carrasco no solo está interesado en que se incremente el número de pasajeros que desfilan cada año, sino que también hay una apuesta fuerte para ampliar la oferta de carga aérea desde Montevideo.
Arrosa indicó que se está trabajando con el Poder Ejecutivo para buscar un "mayor espacio en bodega" para llegar a Europa. Con la salida de Air France, aumentó la necesidad de ampliar la carga disponible con el viejo continente. El aeropuerto espera cerrar el 2017 con unas 30 mil toneladas de carga aérea. "El potencial es prácticamente ilimitado porque la región aparece como un gran hub logístico. La idea sería abastecer de acá a la región", explicó el ejecutivo.
Una de las potenciales es que, por ejemplo, compañías de e-commerce se instalen en Uruguay y así puedan llegar a los países de la región vía aérea. "Para ello se necesita espacio en bodega", reconoció el gerente general del aeropuerto.