El petróleo derramado, que según las autoridades de Ancap “fue poco”, ocupó un volumen de 100m3 en las costas del arroyo y generó una mancha de 40 metros en sus aguas.
Montevideo. Luego que este viernes y sábado se concentrara la atención en evitar una propagación mayor del derrame de petróleo que se produjo este viernes a orillas del Arrollo Solís Grande, la atención a partir de ahora se concentrará en la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), que tendrá la tarea de verificar cuáles han sido los daños causados al ecosistema.
El titular de la Dinama, Jorge Roux, aseguró a Observa que el daño ambiental “fue menor”.
De todos modos, el alcalde de Solís Grande, Hernán Ciganda, dijo que pedirá informes tanto a la Dinama como a la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) de los daños ambientales.
También pedirá a Ancap un informe sobre el estado del mantenimiento del oleoducto.
El petróleo derramado, que según las autoridades de Ancap “fue poco”, ocupó un volumen de 100m3 en las costas del arroyo y generó una mancha de 40 metros en sus aguas.
El 95% del crudo derramado se recuperó. Ancap anunció, además, que remediará los daños ambientales de un terreno baldío afectado.
Funcionarios de la Prefectura Nacional Naval y de Ancap culminaron este sábado al mediodía el trabajo para retirar el petróleo derramado, y sacar los restos del crudo que quedaron depositados en la margen este del arroyo, en la costa de Maldonado.
Los restos que estaban sobre la arena fueron precisamente “empujados” hacia la costa por las “cortinas” impermeables que fueron colocadas este viernes por funcionarios de Prefectura para impedir que el crudo se expandiera por el curso del Solís.
Además, de madrugada hubo marea alta y los restos fueron empujados al menos cinco metros del agua, por lo que la marea ayudó a solucionar el problema del derrame en el curso de agua.
El accidente se produjo en la noche de este viernes, en el oleoducto que une la boya de José Ignacio con La Teja en la zona limítrofe entre Canelones y Maldonado.
La fuga se produjo cuando se rompió una manguera que extraía petróleo para realizar operaciones de mantenimiento en el oleoducto.
Para realizar las tareas de mantenimiento los obreros debieron cortar el flujo de ese sector a través de una bomba succionadora, la bomba estalló y el crudo empezó a esparcirse hasta llegar al curso de agua, por lo que debieron intervenir integrantes de bomberos, Ancap y prefectura.