Esto permite proyectar que las exportaciones de 2019 serán superiores a las de 2018 y que incluso se puede batir el récord de 2017 (1.461.700 MWh). El mercado argentino fue el que movió la aguja con compras en enero, y Brasil hizo lo propio en febrero.
El Observador de Uruguay. Los primeros tres meses del año han sido muy auspiciosos para la exportación de excedentes de energía uruguaya a la región. La demanda se concentró mayormente en los meses de enero y febrero, aunque también hubo ventas en marzo.
En el primer mes del año fue el mercado argentino el que movió la aguja con compras todos los días para completar el abastecimiento de su sistema. En febrero y marzo siguió comprando, pero a un ritmo algo menor. En el acumulado anual las ventas suman 688.989 megawatthora (MWh), según datos de UTE.
En el caso de Brasil, hasta ahora sus compras se concentraron en el segundo mes del año y fueron más esporádicas y por volúmenes menores en enero y marzo. En el acumulado anual se vendieron al país norteño 192.273 MWh, principalmente a través de la estación conversora de Melo.
Las ventas totales a la región alcanzan a 885.262 MWh y ya son el 74% de todo lo comercializado el año pasado (1.195.145 MWh). Esto permite proyectar que las exportaciones de 2019 serán superiores a las de 2018 y que incluso se puede batir el récord de 2017 (1.461.700 MWh). Para eso bastaría con que Brasil comprara la próxima primavera en cantidades similares a las de 2018.
Es en los meses de primavera cuando el mercado norteño toma mayor fuerza. Así ha pasado en los últimos dos años desde que se habilitó la estación conversora. Y en los meses de invierno aunque existe demanda, es inferior. En verano su sistema suele tener recursos de generación a costos que le resultan más convenientes de los que puede ofrecer Uruguay.
En contrapartida Uruguay tiene meses de menores niveles de precipitaciones y los precios son algo más alto, por lo que las compras ocurren de manera excepcional.
En el caso de Argentina, el comportamiento no es tan claro y resulta más difícil hacer proyecciones de lo que puede suceder. Por ejemplo, durante el invierno pasado prácticamente no realizó compras al sistema eléctrico uruguayo porque tuvo aportes importantes de sus represas hidroeléctricas y de la producción de gas. A eso se sumó la menor demanda por la crisis de su economía.
Desde diciembre, UTE comercializa a la vecina orilla en base a ofertas de energía, con un precio que se estima para intentar dividir ganancias. Por ejemplo, si del lado de Argentina se evita quemar gas a razón de US$50/MWh y del lado uruguayo se genera con agua de los embalses a US$20/MWh, el precio ofertado es de US$35.
Las ofertas se hacen todos los días y en modalidad totalmente interrumpible por ambas partes. Si se toma ese precio como referencia las ventas de UTE a la vecina orilla ya superan los US$24 millones. Hay también una pequeña porción de lo comercializado que corresponde a agentes privados.
Con Brasil las ofertas son semanales y con compromiso de entrega. Los precios de comercialización son en promedio de unos US$100/MWh. Tomando ese valor como referencia, Uruguay lleva facturados al menos US$19 millones a ese destino. El año pasado las exportaciones de energía a la región sumaron US$103 millones y en 2017 unos US$116 millones.