Estos niveles de productividad son menores al récord de 2011 y, debido a los altos costos productivos, los márgenes de rentabilidad estarán muy apretados este año.

Comenzó la cosecha de arroz en Uruguay, habiéndose trillado en los últimos días unas pocas chacras en el norte del país, donde se apreciaron rendimientos que oscilan de 7.000 a 7.500 kilos por hectárea, productividad menor a la del récord de 2011 y que de la mano de la constante suba en los costos productivos achica mucho el margen de rentabilidad.

Juan Villamor, productor de Artigas, comentó a El Observador que en su caso la maduración en las plantas se atrasó y recién iniciará la cosecha la próxima semana, no obstante informó que “hubo compañeros que empezaron en las partes más maduras de las chacras, cuatro o cinco, no más, con rendimientos que según dijeron fueron normales, entre 7.000 y 7.500 kilos”.

Villamor trasmitió que este año el costo productivo volvió a crecer, que hay gente que habla de llegar a US$2.000 por hectárea aunque en su caso irá de US$1.600 o US$1.700 “y creo eso será lo más normal”.

En ese marco, reflexionó, se van a necesitar unas 140 bolsas de 50 kilos por hectárea solo para cubrir el costo productivo, es decir unos 7.000 kilos, por lo tanto “el margen que pensamos que se pueda dar es muy apretado”.

“Ojalá se pueda llegar a un precio de US$15 por la bolsa, pero todavía no se sabe”, comentó el productor, quien reflexionó que lo que se precisa es que el precio de exportación mejore “porque el productor invirtió mucho en tecnología para producir más, estamos en los primeros lugares del mundo en productividad y lo que nos falta como respuesta a ese esfuerzo es valores mejores”.

Ernesto Stirling, presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), dijo a El Observador que hubo algunas cosechas en el norte, donde también la trilla se hará más tarde de lo habitual, “pero de a poco la cosecha se va a ir encarrilando bien”.

En el Este y en el Noreste, si bien hay alguna chacra que puede ser cosechada al comienzo de marzo, se estima que en general la trilla arrancará del 10 al 15 del próximo mes.

Las últimas lluvias fueron muy útiles en las zonas con problemas de agua, por ejemplo cayeron unos 60 milímetros que solucionaron el tema en la cuenca de los ríos Cebollatí y Olimar, “pero hay un área importante que está atrasada para florecer, así que esperemos que el tiempo nos siga ayudando”.

Dada esta realidad, y más allá del dato que surgió en Artigas, “recién la semana que viene se podrá tener una idea sobre los rendimientos que se pueden dar”, precisó Stirling.

Este año se cultivaron 185.000 hectáreas mediante la acción de 540 productores, aguardándose un potencial de rendimiento en los cultivos menor al del año pasado, hablando de promedios para el total del país. Si bien no se logrará el excelente registro de 2011 –trepó a 8.400 kilos–, “será bueno” afirmó Stirling.

Durante 2011 se cosecharon 1.640.000 toneladas y este año, si se establece un promedio de unos 7.800 kilos por hectárea, se obtendrían 200.000 toneladas menos.

En materia de precio, Stirling precisó que “recién se está embarcando lo último (del arroz de la zafra pasada), por lo tanto en los primeros días de marzo vamos a entablar conversaciones (con la industria) para acordar el precio definitivo”.

Finalmente, sobre el precio provisorio para el arroz de la nueva zafra “todavía no hay nada, vamos a esperar a fin de marzo o a principios de abril”, que es cuando se activarán las primeras exportaciones.

Se exporta el 95%. Cada año el 95% del arroz producido se exporta. El resto se utiliza como semilla o se destina al consumo interno.

Uruguay es el séptimo exportador mundial del cereal y es el segundo entre los países de América Latina.

A la vez el consumo interno es de los más bajos en la región: se estima en apenas 17,7 kilos per cápita al año.

Incremento de costos. Una de las dificultades más relevantes que afronta el sector es que el precio de exportación se mantiene estabilizado.

Está en un rango de US$500 a US$550 por tonelada en promedio.
No obstante, los costos productivos suben cada año, del 10% al 15%, arriesgando la competitividad del sector arrocero.

Irak por Irán. “A Irán se le vendió arroz en el primer semestre del año pasado, un par de barcos, pero después se puso muy difícil ese mercado y no salieron negocios. Va a ser muy difícil venderle por cómo está la cosa”, comentó Ernesto Stirling, aludiendo a la realidad política y comercial de ese país.

Los negocios con Irán, “al menos en parte, han sido reemplazados por colocaciones a Irak, que ha demandado arroz uruguayo de buena calidad”, destacó.

En otro orden, se gestionó que el gobierno fortalezca acciones tendientes a levantar trabas que persisten para llevar arroz hacia Brasil donde un nuevo decreto pauta un control fitosanitario que dificulta la exportación.