Sigue sin definición la venta de energía de la central Acaray al Uruguay debido a las exigencias de la Argentina para permitir el libre tránsito.

A punto de concluir el año y Paraguay aún no llega a un acuerdo con los argentinos para la exportación de energía paraguaya al Uruguay. Hasta las pruebas técnicas ya se realizaron, pero las autoridades argentinas continúan queriendo imponer sus reglas comerciales.

Sigue sin definición la venta de energía de la central Acaray al Uruguay debido a las exigencias de la Argentina para permitir el libre tránsito.

Es preciso recordar que una de las trabas es la propuesta argentina de cobrar doble arancel: importación y exportación a nuestro país. A esto se suma que la tarifa fijada es muy alta, porque contemplaba una suerte de resarcimiento a las comercializadoras del vecino país, que saldrían perjudicadas de concretarse el negocio, puesto que actualmente venden al Uruguay a un precio altísimo.

A raíz de las frustradas negociaciones a nivel técnico, las mismas habían pasado a los ámbitos diplomático y político. Es por ello que esta semana el presidente Fernando Lugo está intentando reunirse con la presidenta argentina, Cristina Fernández, para lograr que la misma autorice el paso de energía paraguaya al Uruguay.

El encuentro con la presidente argentina que está gestionando la diplomacia paraguaya es en el marco de la Cumbre del Mercosur, que se realizará mañana en Montevideo (Uruguay).

Negocio argentino. Debe señalarse que el Uruguay compra de Argentina y Brasil energía a un precio promedio de US$291 por megawatt/hora, mientras que nuestro país está dispuesto a venderles por US$ 182 megawatt/hora (incluidos costo de oportunidad, peaje y las ganancias con el descuento respectivo).

No debemos olvidar que nuestro país le vende energía a la Argentina a una tarifa de US$ 120 por megawatt/hora.

La última vez que una comitiva paraguaya se trasladó al Uruguay y a la Argentina por el tema de la energía fue a principios de noviembre último.

Desde hace más de un año nuestro país espera comercializar su energía en el Uruguay, pero los argentinos siguen con las trabas para defender el negocio, con lo cual violan el acuerdo del libre tránsito de la energía que firmaron ambos países.

Otra negociación que quedó frustrada fue la venta a los chilenos. Las tratativas habían comenzado en 2008 y, así como en el tema uruguayo, se fueron diluyendo.

Una de las explicaciones es que los chilenos querían el suministro continuo del producto y no como en el caso de Uruguay, que nuestro país puede suspender en los horarios de mayor consumo en el mercado local.