Por un lado, la administración de José Mujica pretende acordar una salida consensuada con el socio privado que ha mostrado su negativa a inyectar más dinero en la aerolínea y, por otro, busca un socio que ocupe su lugar.

El Poder Ejecutivo ajusta por estas horas una solución “a dos puntas” para afrontar la difícil coyuntura financiera que atraviesa Pluna S.A.

Por un lado, pretende acordar una salida consensuada con el socio privado que ha mostrado su negativa a inyectar más dinero en la aerolínea y, por otro, busca un socio que ocupe su lugar. Fuentes oficiales admitieron que la situación es tan compleja que se convirtió en el tema central y de “mayor preocupación” para las autoridades de gobierno.

Este viernes el El Observador informó que el argentino, Juan Carlos López Mena, se perfilaba como un candidato firme a tomar la gestión de la aerolínea, información que fue negada por el empresario en un comunicado.

No obstante, fuentes del gobierno dijeron a El Observador que comprenden que López Mena haya salido a negar las gestiones, pero ratificaron que estas existieron y que incluso hubo consultas jurídicas y legales a solicitud del ministro de Economía, Fernando Lorenzo, para saber si existía riesgo de que se generara un mercado monopólico en el transporte de pasajeros entre Uruguay y Argentina en caso de asumir el control de Pluna SA. Buquebus, la empresa de barcos de López Mena, concentra 80% del mercado de pasajeros entre los dos países. A eso se suma BQB Líneas Aéreas, que compite con Pluna en el negocio aeronáutico.

Pero el hecho de que transcendieran detalles de potenciales interesados en la aerolínea repercutió “negativamente” en el clima de negociación que mantienen por estas horas los ministerios de Economía y Transporte con el grupo inversor LeadGate , supo El Observador. LeadGate tiene 50% de las acciones en Pluna y conforma junto a la canadiense Jazz Airlines –con otro 25%– la sociedad mayoritaria Larah que gerencia Pluna.

De todas formas, a nivel oficial hay “optimismo” y se sigue sosteniendo que el acuerdo para concretar la salida de los privados terminará por cerrarse a principios de la próxima semana porque los plazos “no dar para dilatar más” la negociación.

Si bien existe un hermetismo absoluto sobre los detalles de las gestiones entre LeadGate y el gobierno, una fuente comentó que se trata de una “negociación difícil” porque el privado quiere algo a cambio antes de abandonar la aerolínea, pese a tener un pasivo millonario y necesitar de US$30 millones en el corto plazo para recomponer el patrimonio de la empresa y atender sus obligaciones.

Es más, el hecho de que se difundiera el interés de un oferente concreto para ingresar en Pluna, elevó las pretensiones de LeadGate, que inyectó US$ 15 millones en 2007 para asumir el control de 75% de las acciones. Luego este grupo cedió 25% a la canadiense Jazz por US$ 15 millones.

Contactos y pedidos
El empresario Juan Carlos López Mena negó en un comunicado que haya mantenido algún tipo de contacto o encuentros con autoridades del Poder Ejecutivo por Pluna.

Sin embargo, una fuente del gobierno ratificó que López Mena “mantuvo al menos un encuentro” con el titular de Economía, Fernando Lorenzo, en las últimas semanas. Como consecuencia de este reunión, Lorenzo pidió información al presidente de la Comisión de Promoción y defensa de la Competencia, Sergio Milnitsky. El ministro quería saber los márgenes jurídicos de ese negocio y si se configuraría una situación monopólica en el servicio de traslado de pasajeros entre Montevideo y Buenos Aires. Además, López Mena le pidió “celeridad” en la resolución de una denuncia que Pluna SA elevó contra BQB (la empresa área del empresario) ante la Comisión de Defensa de la Competencia, como forma de allanar el camino para un eventual ingreso en la compañía.

En julio de 2010, Pluna presentó una denuncia contra BQB y la naviera Buquebus, acusándola de “conductas distorsionantes del mercado” “abuso de posición dominante”, “competencia desleal” y “publicidad engañosa”. La comisión aún no se expiedió sobre esta denuncia. Pero el fuego cruzado entre ambas compañías prosiguió. En diciembre de 2010, BQB Líneas Aéreas denunció a Pluna ante la Junta Nacional de Aeronáutica Civil “por su reiterado indebido propósito de imposibilitar la operativa de BQB”, lo cual a su entender viola la ley que asegura la libertad de competencia.