Según el ex director de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados, la decisión del gobierno de fijar como feriados los días lunes, martes y miércoles impactará de manera poco significativa sobre el embalse de Guri.
Caracas. El ahorro de energía que pudiera propiciar la incorporación de los días lunes, martes y miércoles como feriados en Semana Santa, si alcanza los 20 gigavatios de los 320 que se consumen a escala nacional, será todo un éxito.
Para el ex director de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis), Miguel Lara, la medida evidencia el enorme desconocimiento que tiene el gobierno de cómo se comporta históricamente la demanda durante estas fechas.
Para el experto la decisión no va a tener impacto en la demanda del miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, pues de por sí son bajas en la temporada.
Agregó que lunes y martes ya usualmente en Semana Santa se comportan como un sábado, y el decreto de asumir estos días como feriado, lo que más logrará es que el consumo de energía sea como en un día domingo "y nada más", logrando un ahorro máximo de unos 20 gigavatios horas.
Guri sin cambios. Esta breve disminución del consumo que vaticina Lara impactará de manera muy poco significativa sobre el embalse de Guri, mientras que las repercusiones en los procesos productivos sí podrían remecer la economía del país.
El analista observa que la acción del ejecutivo es reactiva. En primer término, no ha logrado cumplir las metas de reducción fijadas para el mes de marzo, por lo que deberá extender su plazo de racionamiento hasta mayo, circunstancia que quería evitar por todos los medios.
La reducción en el consumo de energía eléctrica, que efectivamente ha logrado el gobierno entre enero y febrero, gira en torno a 3%. Porcentaje muy alejado de la meta que se propuso alcanzar de 20%.
"Y siendo benévolos, si sumamos que la demanda debió crecer aproximadamente 4%, debido a las altas temperaturas, podemos suponer que el "ahorro" pudo llegar a 7%", dijo el analista.
Este detalle es preocupante, observan familiarizados con el tema. Evidencia que los turbinados del Guri (agua que pasa por las compuertas y mueve las turbinas) se mantienen por encima de los 4.500 pies cúbicos por segundo, y en casos han alcanzado los 5.300 metros cúbicos por segundo, como ocurrió la semana del 15 de marzo pasado.
Señalan que la salida del agua no debería superar en ningún caso los 4.000 metros cúbicos por segundo, límite aún elevado para la situación crítica del embalse.
El Guri debería estar generando en los actuales momentos cerca de 105 gigavatios hora.
Sin embargo, su límite actual no baja de 130 gigavatios hora, agregado a ello que las máquinas están sobre exigidas.
Ahogados en agua virtual. Según Lara, todo este escenario pone de manifiesto que el gobierno está tomando medidas desesperadas, como pedir la renuncia de directores y personal de confianza, y asumir la semana completa como feriado.
Consideró que el Ejecutivo está aterrizando. Entiende que las promesas de instalación de centrales térmicas no podrán ser concretadas en los tiempos que se han fijado.
"Instalar 5.000 megavatios en menos de un año no es cosa fácil. Decir que en seis meses puede ponerse en operación una planta es utopía. Esta recuperación de la generación no se hará antes de un par de años", indicó Lara.
El sesgo político de la medida es claro. El gobierno se ha visto afectado en su popularidad por la crisis eléctrica, y agota todas las medidas posibles para no arreciar más el racionamiento antes de las elecciones.