El ministro de Petróleo confirmó que sofocaron el segundo depósito de combustible pocas horas después de que Hugo Chávez anunció la extinción del primero luego de tres días consecutivos de lucha contra las voraces llamas.
Paraguana. Venezuela logró apagar este martes dos de los tres tanques que seguían ardiendo en la refinería Amuay, con lo que espera cumplir su objetivo de reactivar la mayor planta del país a finales de la semana tras la letal explosión del sábado que dejó un saldo de 48 muertos y centenares de casas afectadas.
El ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, confirmó que sofocaron el segundo depósito de combustible pocas horas después de que el presidente Hugo Chávez anunció la extinción del primero luego de tres días consecutivos de lucha contra las voraces llamas que amenazaban el complejo.
"El segundo tanque está apagado ya. Lo dejé extinguido al salir de la refinería", dijo Ramírez tras supervisar el avance de las operaciones en la planta, ubicada en el occidental estado de Falcón.
"Ya no hay manera de que el incendio se propague a otros tanques porque están vacíos o tienen otro tipo de hidrocarburos menos inflamables", agregó el funcionario, quien también es presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Durante la jornada, los bomberos se concentrarán en el tanque que comenzó a arder sorpresivamente el lunes, reavivando la zozobra de los residentes de la zona tras sufrir la mayor tragedia en la historia de la industria petrolera nacional por la explosión de una fuga de gas el sábado.
Ramírez reiteró que esperan que el incendio remita completamente este miércoles, lo que les permitiría activar en unas 48 horas la planta que procesa 645.000 barriles por día (bpd), ya que ninguna de las áreas operativas resultó afectada por la detonación.
El accidente en Amuay, una de las cuatro mayores refinerías del mundo, ayudó a impulsar los precios de la gasolina en un mercado ya cauto por la amenaza de la tormenta tropical Isaac sobre las operaciones petroleras del Golfo de México.
El titular de la cartera de Energía dijo en una entrevista el lunes que Venezuela no tiene previsto importar más componentes por el momento y que el impacto en los precios del combustible es coyuntural.
Acusaciones cruzadas. La tragedia ha vuelto a poner a Pdvsa, principal empresa del país, en el centro del debate político, con acusaciones cruzadas entre oficialismo y oposición sobre la "irresponsabilidad" y "falta de ética" en el manejo de la catástrofe a pocas semanas de las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
Las autoridades han llamado a la calma a la población y han asegurado que no existe riesgo de que el incendio se propague, mientras el gobierno ha anunciado un fondo para los damnificados y ayuda por la pérdida de viviendas y enseres.
Chávez, quien se desplazó a la zona el domingo para ver las labores de extinción y conversar con los afectados, prometió que se investigará a fondo las causas del suceso y denunció que sus adversarios buscan sacar rédito político de la catástrofe.
Mientras, la oposición apunta a Pdvsa como la responsable del incidente por falta de inversiones en el circuito refinador nacional, cuya producción se ha visto afectada en los últimos años por recurrentes fallas, accidentes y paradas no programadas.
El accidente, que podría dejar un saldo superior de víctimas por los varios heridos y desaparecidos, ha sido uno de los más letales registrados en una refinería. En 1997, un incidente en Visakhapatnam, India, dejó 56 muertos y en el 2005, 15 personas perdieron la vida en una refinería de BP en Texas.