En el marco del control de cambios vigente desde 2003, todos los exportadores del país deben vender el 40 por ciento de las divisas que generan al Banco Central de Venezuela, a un precio establecido por el Estado.
Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aprobó el viernes una devaluación de un 74 por ciento para el tipo de cambio de las divisas generadas por exportaciones no petroleras con el fin de reactivar al debilitado sector.
En el marco del control de cambios vigente desde 2003, todos los exportadores del país deben vender el 40 por ciento de las divisas que generan al Banco Central de Venezuela, a un precio establecido por el Estado.
En una reunión con el sector el presidente aprobó que estas ventas sean calculadas al tipo de cambio del sistema Simadi, cercano a los 200 bolívares, desde los 52 bolívares previos.
"Es una ventaja que debe tener el sector exportador", dijo el mandatario, para generar incentivos.
El sector, que según datos de la Asociación Venezolana de Exportadores (AVEX) habría generado unos 3.000 millones de dólares en ventas no petroleras en 2014, había estado solicitando este cambio desde principios de 2015, cuando se creó el mercado Simadi.
Las ventas privadas al exterior representan apenas el 2 por ciento de las exportaciones del país, que depende de su renta petrolera para generar ingresos y que ante la caída de los precios del crudo sufre una aguda crisis económica.
Representantes de la industria también solicitaron relajar los trámites engorrosos que evitan que coloquen sus productos en los mercados internacionales. En ese sentido, el Gobierno eliminó por un año la necesidad de contar con licencias gubernamentales para exportar, entre otras medidas.
Venezuela tiene un estricto control de cambios con dos tipos de cambio oficial, siendo el más barato para bienes subsidiados de 6,3 bolívares por dólar. Además, tiene un mercado paralelo que el viernes fijaba el valor del dólar en más de 920 bolívares.
La Asamblea Nacional se encaminaba el viernes a rechazar un decreto de emergencia económica dictado por Maduro la semana pasada, por considerar que daba demasiadas prerrogativas al Ejecutivo.