Experto evalúa la situación y concluye que de esa crisis sólo se podrá salir con diálogo, políticas sostenidas de precios acordes con los costos, paralización de las expropiaciones y entrega de insumos agrícolas a tiempo.
Las bajas en la producción de alimentos a nivel de productor e industrias, la caída de las importaciones que cubren las necesidades de consumo, y la pérdida de la efectividad de los programas sociales dibujan un sistema agroalimentario local en crisis.
Esta situación ha limitado la disponibilidad de alimentos para una población que crece a un ritmo de 1,6% anual.
Esos problemas no vienen desde el año pasado, sino desde 2008, cuando las compras foráneas de comida reportaron su máximo más alto para complementar el consumo de US$7.477 millones.
Así lo sostiene el experto y profesor de la Universidad de Los Andes (ULA), Alejandro Gutiérrez adscrito al Centro de Investigaciones Agroalimentarias de esa casa de estudios.
Sobre la base del estudio acerca de la situación del sistema agroalimentario venezolano de mediados de 2011, el profesor concluyó que de esa crisis sólo se podrá salir con diálogo, políticas sostenidas de precios acordes con los costos, paralización de las expropiaciones y entrega de insumos agrícolas a tiempo.
"Los pobres son los que más gastan en alimentos y esto repercute en su calidad de vida", comentó.
Agro en baja. Uno de los componentes de la disponibilidad de alimentos proviene de los campos. Gutiérrez explicó que el valor de la producción agrícola por habitante a precios constantes ha disminuido 9% con respecto a lo que era en 1998, pese a la cantidad de recursos que se ha dado vía crediticia.
Ese valor resulta de dividir la suma de la producción vegetal, animal y pesquera a precios constantes (según cifras oficiales desde ese año) entre el número de habitantes del país.
"Podemos decir que si comparamos lo que existió en 2011 y en 1998, que es el año base, tenemos una producción por habitante 9% inferior", dijo el profesor, quien explicó que la cifra de 2011 proviene de las declaraciones del ministro Juan Carlos Loyo, quien afirmó que el agro creció 1% respecto a 2010.
"Y si la población crece 1,6%, quiere decir que en términos por habitante decreció", puntualizó, agregando que entre 2008 y 2011 el valor de la producción agrícola per cápita decreció en promedio 1,2% por año, índice inferior al incremento de la población.
El otro factor de la disponibilidad es la importación. Esas compras cayeron en 2011 versus 2010, en carne y otros rubros.
"En 2011 se estima que estuvieron en US$5.200 y US$5.500 millones, mientras que en 2008, US$7.477 millones", puntualizó Gutiérrez.
Entre otras cosas, esas compras han caído debido al aumento sostenido de los precios internacionales de los productos.
"En valor, puede que parezca que han aumentado, pero no necesariamente en cantidad", explicó el profesor, mencionando que los rubros que más se han encarecido fuera del país son el aceite, carne de cerdo, leche en polvo y maíz.