Venezuela y Argelia necesitan un precio de equilibrio (Breakeven price) de US$121 por barril, mientras que Irán debería aspirar a vender su crudo en unos US$140 como mínimo.
En virtud de sus necesidades fiscales, Venezuela, junto con Argelia, ocupan el segundo lugar dentro de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que requieren de precios petroleros más elevados en función de mantener en equilibrio sus finanzas públicas, dijeron fuentes internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Deutsche Bank.
Venezuela y Argelia necesitan un precio de equilibrio (Breakeven price) de US$121 por barril, mientras que Irán debería aspirar a vender su crudo en unos US$140 como mínimo.
Las cotizaciones de estabilización para que las naciones de la OPEP se mantengan dentro de sus estimados fiscales son variopintas, va desde los US$65 a US$140 por barril, situación que normalmente endurece las relaciones y la toma de decisiones dentro del ente petrolero.
Los casos de Venezuela, Irán y Argelia, son los más preocupantes, porque sus economías dependen de los mayores niveles de precios de crudos, y son los países que menor peso tienen dentro de la Organización, ha señalado el asesor petrolero, Víctor Ramos.
Por esta situación, preocupa que el valor del hidrocarburo esté descendiendo de manera acelerada y sostenida. Entre junio y lo que va de mes la caída de las cotizaciones ha restado entre US$21 y US$26 por barril a los marcadores, llegando a mínimos en cuatro años.
En el caso de Venezuela la baja ha sido de US$23,1 por barril, al pasar de US$99,11 por barril en junio a US$75,90 hasta la semana pasada.
Analistas estiman que esta tendencia a la baja perdure al menos los próximos cinco meses, en el mejor de los casos, debido a que el panorama del mercado petrolero es complejo.
Y más complejo aún, si se tiene que la mayoría de los miembros de la OPEP han mirado con desdén y sin mayor alteración la caída de los precios, dijo el docente de postgrado de la Universidad Central de Venezuela, Mazhar Al-Shereidah.
El docente sostiene que a países como Arabia Saudita, que comanda los destinos de la OPEP, Irak, y los países del Consejo de Cooperación del Golfo, les preocupa poco la actual caída de los precios y en especial los miembros que requieren de cotizaciones elevadas para mantener sus presupuestos económicos.
Y es tan así que no atendieron a la solicitud formulada por Venezuela para convocar a una reunión extraordinaria en función de generar mecanismos para frenar la baja sostenida del valor del petróleo.
Al-Shereidah destaca que los saudíes están cómodos aun con el precio del crudo en torno a US$80 por barril, pero acota que además de ello tienen un fondo soberano de riqueza de unos US$800.000 millones.
“Y si queremos hablar de los restantes países del Consejo de Cooperación del Golfo (Baréin, Kuwait, Omán, Catar, y los Emiratos Árabes Unidos) la suma publicada de sus respectivos fondos está en el orden de los US$200.000 millones. Imaginen la renta que sale de esos fondos”, comentó el especialista.
Pero qué ha ocurrido para que el precio haya iniciado una carrera descendente.
Analistas han enumerado una lista básica, pero contundente: el exceso de crudo en el mercado, la ralentizada demanda, la crisis económica sin resolución concreta y con correcciones a la baja por organismos internacionales, el aumento de la producción de shale oil (crudo de lutitas) en los EE.UU., las nuevas tecnologías, las fuentes alternas de energía, el crecimiento de las reservas de petróleo en sitio, los stocks estratégicos y comerciales, son parte del cuadro que escenifica el mercado petróleo.
Ante esta visión, el ex gobernador de Venezuela ante la OPEP, Elie Habalian, sostiene que no se trata de una coyuntura del mercado, sino de una nueva “era energética” en la que entra el mundo, a raíz de los nuevos elementos y actores que forman hoy parte del entorno petrolero.
Habalian está seguro de que el mundo y en especial los venezolanos deberán acostumbrarse a precios bajos y a una nueva matriz energética global.
Venezuela bajo lupa. El punto es que el severo retroceso que han sufrido las cotizaciones del crudo, han encendido alarmas en el país, muy a pesar de que el gobierno se muestra confiado en que tiene reservas para hacerle frente a un petróleo “donde lo tiren”, como dijo el presidente, Nicolás Maduro, recientemente en una alocución.
La disminución en los precios del petróleo está costándole a Venezuela unos US$728 millones en ingresos por cada dólar que baje el crudo, calculó la empresa de asesoría financiera Barclays, casi coincidiendo con las estimaciones del ex presidente de Petróleos de Venezuela y hoy canciller de la República, Rafael Ramírez, quien señaló que la disminución costaba unos US$700 millones.
Braclays estima “que ha aumentado la presión sobre el flujo de caja en divisas de Venezuela".
La empresa asesora estima que en un escenario de precios del petróleo en torno a US$80 por barril en promedio, sin ajustes, el déficit en el flujo de caja en divisas sería de US$38.200 millones. Esta sería una situación de alto estrés para Venezuela, comentaron los analistas de la firma.
Análisis y empresas asesoras locales han señalado que Venezuela no es viable con un barril en torno a US$80.
El economista de la empresa de asesoría Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, estima que Venezuela necesita un barril superior a US$130 para equilibrar sus cuentas y poder cumplir con los pagos de deuda externa.
Pese a los señalamientos, el gobierno presentó el presupuesto de gastos para el año fiscal 2015, estimando un precio de realización del crudo en torno a $60 por barril, lo que para analistas es insostenible.
El economista y ex secretario de Planificación de la Gobernación del Zulia, Edison Morales, dijo al periódico La Verdad de Maracaibo que para el país resulta “insostenible” un presupuesto elaborado con la premisa del precio del hidrocarburo en US$60.
Mientras que aseguró que “los cálculos apuntan a que el gobierno nacional necesita un barril de petróleo en US$120 para mantener el gasto”.