Exxon y Conoco aspiraban recibir en conjunto hasta US$40.000 millones en compensaciones por la nacionalización de sus activos, pero tribunales limitaron sus demandas. A fines de marzo, la autoridades de Venezuela estimaron que el Estado podría pagar hasta US$2.500 millones a las petroleras estadounidenses.
Caracas. Venezuela espera que en lo que resta del año se resuelvan los millonarios arbitrajes que enfrenta en tribunales internacionales con las petroleras estadounidenses Exxon Mobil y ConocoPhillips, dijo este lunes el ministro de Energía del país sudamericano, Rafael Ramírez.
El país miembro de la OPEP enfrenta una veintena de arbitrajes internacionales, luego de cientos de nacionalizaciones llevadas a cabo por el presidente Hugo Chávez desde que asumió el poder en 1999.
"Es lo que nos dijeron (que el veredicto saldría este año)", dijo Ramírez sin precisar a qué firma se refería.
Exxon y Conoco aspiraban recibir en conjunto hasta US$40.000 millones en compensaciones, pero tribunales limitaron sus demandas.
A fines de marzo, Ramírez dijo en una entrevista con Reuters que Venezuela podría pagar hasta US$2.500 millones a las petroleras estadounidenses por la nacionalización de sus activos.
La disputa entre Venezuela y Exxon es una de las más hostiles que ha enfrentado el Gobierno de Chávez y en 2008 provocó la congelación temporal de hasta US$12.000 millones en activos foráneos de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
La nacionalización de una veintena de campos maduros que eran operados por terceros y cuatro multimillonarios proyectos de crudo extrapesado en la Faja del Orinoco entre 2006 y 2007 dejó una estela de juicios y arbitrajes que aún no se han resuelto.
Aunque Pdvsa ha reflejado en sus balances que cuenta con una provisión de unos US$1.000 millones para litigios, analistas consideran que los montos a pagar serán mayores, lo que presionaría la apretada caja de la estatal, principal financista del proyecto de Chávez, poco antes de las cruciales elecciones presidenciales de octubre de 2012.
Recorte de producción. Ramírez volvió a hacer el lunes un llamado a los miembros de la OPEP para que regresen a los niveles de producción, previos al aumento por la crisis de Libia.
El llamado coincide con las posiciones de miembros como Irak e Irán, pero va en contra de los esperado para su próxima reunión a mediados de diciembre.
"Hubo un conjunto de países OPEP que aumentó unilateralmente su producción, de tal manera que nosotros no vamos a hablar de ningún cambio en la producción hasta que todo el mundo no vuelva a los niveles de producción que fueron acordados en la (última) reunión", dijo Ramírez.
"Que ellos reduzcan (primero) la producción excedentaria, veremos qué pasa ahí, será una buena reunión", agregó.
La OPEP, fuente de más de un tercio del petróleo mundial, se reunirá el 14 de diciembre en Viena, seis meses después de que su último encuentro terminó en un amargo desacuerdo.
Venezuela, Irán y otros productores africanos se opusieron con éxito en junio a una iniciativa liderada en la última reunión de la OPEP por Arabia Saudita, el principal productor, para elevar las cuotas del grupo y hacer frente a una escasez en el suministro de Libia.
De otro lado, Ramírez, también presidente de Pdvsa, dijo que la rusa Rosneft pagará US$2.200 millones a la petrolera estatal por su participación en el campo de crudo pesado Carabobo 2, en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Ambas firmas son socias en el proyecto que produciría unos 400.000 barriles por día (bpd) de crudo.
"Se acordó un préstamo de US$1.000 millones para Pdvsa y un bono de US$1.200 millones. Es un campo que puede llegar a 400.000 bpd de capacidad", dijo Ramírez.
Venezuela se ha aliado con varias compañías internacionales para desarrollar la vasta área del Orinoco, considerada la mayor reserva petrolera del mundo, y reanimar su estancada producción petrolera.