La escasez de harina de trigo en Venezuela se debería al alza de los precios internacionales del trigo, la falta de ajustes en el precio regulado del producto, y la devaluación del tipo de cambio que afecta a la importación de alimentos.
Caracas. El alza de los precios internacionales del trigo, la devaluación de 65% que tuvo en enero el tipo de cambio de Bs.F. 2,60 (US$0,6) a Bs.F. 4,30 (US$1) por dólar para la importación de alimentos y la falta de ajustes en el precio regulado de la harina de trigo han dificultado a los industriales realizar nuevas compras de esta materia prima, por lo que cuentan con inventarios hasta marzo, según cálculos de Juan Crespo, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Harina de ese país (Fetraharina).
Las menores existencias de harina de trigo que le venden los molinos a las panaderías, pastelerías y a algunos restaurantes han motivado, además, que 20% de este alimento sea comercializado a precios que triplican su valor regulado de Bs.F. 150 (US$34) el saco, bien sea por revendedores que se dedican a especular (12%) o a través de comerciantes informales que los introducen al país como contrabando por los estados fronterizos (8%), según informaron fuentes del sector, que prefirieron el anonimato.
Reposición incierta. A empresas como Cargill y Monaca, que se encargan de traer el trigo a granel desde los mercados foráneos, se les ha complicado asumir los costos que implica importar este cereal, debido al repunte que han tenido sus precios internacionales en los últimos meses, de acuerdo con Crespo.
El directivo de Fetraharina aseguró que "hay muy poca existencia del trigo que se importó a Bs.F. 2,60 (US$0,6). Y aunque aún debe llegar algún remanente de las solicitudes que se hicieron hasta el 31 de diciembre a ese tipo de cambio, en abril habrá problemas de abastecimiento de harina de trigo y sus derivados si el gobierno no toma medidas y revisa con la industria los precios regulados de este alimento y de sus derivados, como lo son el pan y las pastas".
Crespo prevé que Ciudad Bolívar y Puerto Ordaz, en el estado Bolívar,Venezuela, estarán entre las zonas más afectadas por el desabastecimiento si el problema se agudiza, porque hacia el sur de ese país los fletes se han encarecido más que hacia otras regiones.
El dirigente sindical explicó que "en este momento las menores existencias de trigo han sido paliadas con los préstamos que se hacen entre sí las plantas procesadoras, bajo la supervisión de las autoridades oficiales, como el Sada y el Sica".
El pasado 4 de febrero, la tonelada de trigo SRW se cotizó en US$315,6 en el mercado de Chicago, cuando hace apenas ocho meses (el 4 de junio de 2010) la tonelada costaba US$162,3 en este mercado.
El vocero de los trabajadores de la harina en el país recordó que "el encarecimiento de este cereal se ha debido, principalmente, a aumentos del consumo y bajas en la producción de las naciones trigueras, como China, Rusia, Bielorrusia y Australia, que fue azotada recientemente por inundaciones y ahora por incendios forestales.
Estado importador. La propuesta de Fetraharina para resolver las fallas de trigo es que el Estado asuma directamente la responsabilidad y los costos de las importaciones de este rubro, para luego distribuir el cereal subsidiado entre la agroindustria nacional.
Tomás Socías, presidente del Grupo Estrategias y asesor gerencial, considera que otro de los factores que ha presionado la escasez de algunas materias primas es la tardanza del gobierno en publicar las listas de ítems cuyas solicitudes de divisas hechas antes del 1° de enero de este año serán liquidadas a Bs.F. 2,60 (US$0,6).
El asesor vislumbra que estas fallas se solucionarán en el mediano plazo, debido a que "el presidente Chávez reconoció como un problema el alza internacional de las materias primas y que se designó a Edmée Betancourt como nueva ministra de Comercio, ya que está formada y conoce bien este sector".
Coincide en que el principal temor de los industriales es no tener seguridad del precio final al que venderán los productos.
Aunque existe una obligación legal de producir alimentos de primera necesidad, el experto cree que es insostenible no mover los precios locales regulados mientras aumentan los valores internacionales.