La Administración de Información Energética de Estados Unidos dio cuenta que, durante este año, las exportaciones venezolanas a dicho mercado han estado, en promedio, en unos 690 mil barriles diarios, lo que marca un hito de caída en la relación entre los dos países.
El Observador de Uruguay. Las exportaciones de petróleo venezolano a EEUU han venido cayendo desde hace años, con ciertos altibajos en algunos meses que no cambian la tendencia a la baja; agravada en las últimas semanas.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA por su sigla inglés) dio cuenta que, durante este año, las exportaciones venezolanas a EEUU han estado, en promedio, en unos 690 mil barriles diarios (bd), lo que marca un hito de caída en la relación comercial entre los dos países. Durante la segunda semana de octubre, el nivel de exportaciones de crudo proveniente de Venezuela a Estados Unidos se redujo a 255 mil bd, lo que representó una caída de 65% en comparación con esa misma semana del año 2017.
Eso significa que, en dicho lapso, la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) habría dejado de percibir US$ 10.350 millones, según cálculos del Centro Internacional de Energía y Ambiente (CIEA) de Venezuela. De más está decir, el impacto de esa cifra en una economía golpeada como la venezolana.
Las causas de que Venezuela esté perdiendo a su principal socio comercial son: la caída de su producción petrolera que afecta sus exportaciones y las sanciones económicas que ha impuesto el gobierno de Donald Trump al país caribeño. Aunque estas no caen directamente en la comercialización de crudo, han aumentado los costos transaccionales.
Según la OPEP, la producción petrolera venezolana fue de 2 millones 100 mil bd en setiembre de 2017; en el mismo mes del año 1998 ascendía a 3 millones 500 mil bd.
Actualmente, se suman los problemas para transportar el crudo, por el deterioro de la flota de buques de Pdvsa. Otro factor que incide en la pérdida del mercado norteamericano es la política de EEUU de reducir las importaciones de petróleo en general, en la medida en que aumenta su producción interna. En los últimos días hubo cierta estabilización a ese nivel, pero es un hecho que el país del norte está produciendo el doble que en el año 2008.
La gravedad del caso para Venezuela radica en que EEUU es de los pocos clientes de Pdvsa que genera caja o ingresos en divisas en la empresa, por lo que la pérdida de ese mercado compromete la situación financiera del país aún más de lo que ya está.
Reemplazando socios. El gobierno venezolano ha comenzado a desarrollar estrategias para redireccionar sus envíos petroleros de EEUU a Rusia, China e India, con los que no existen sanciones económicas de por medio.
"Si Venezuela declara default, la probabilidad de que esos países embarguen sus tanqueros es remota", ejemplificó para El Observador el economista Luis Oliveros, profesor de Economía Petrolera de la Universidad Central de Venezuela.
El reemplazo del mercado norteamericano por otros más lejanos no será fácil. Las exportaciones de Venezuela a EEUU generalmente se hacen en unos cinco días (lo que genera costos controlados) y además allí está Citgo (refinadora venezolana ubicada en Texas) y toda una red de ventas finales que facilitan la comercialización del producto.
En cambio, aumentar la participación en Rusia, China e India, requiere una inversión mayor de Venezuela por tratarse de destinos lejanos, en los que Pdvsa también debería reforzar su imagen de marca y, tal vez, ofrecer su petróleo con descuentos para abrir mercado.
La última cifra del balance de gestión de Pdvsa 2016 (luego no hubo más reportes oficiales), indica que Venezuela le envía cerca de 250 mil bd a las petroleras rusas, principalmente a Rosneft, como pago al crédito que le fue otorgado; unos 250 mil bd a China también por concepto al crédito de ese país; y otros 150 mil bd a India por contratos comerciales, por los que Venezuela sí cobra en cash.
"Venezuela no tiene deuda con India, por lo que todo envío de crudo que le haga lo cobra en divisas, pero a Rusia y China le hace envíos como forma de pago de créditos viejos", reafirmó Oliveros.
Lo cierto es que las deudas sumadas a estos dos países ascienden a US$ 40.000 millones.
A su entender, aunque Rusia, China e India sean los "mercados del futuro" y conviene conquistarlos desde el punto de vista comercial, en este momento representan para Venezuela una disminución de sus ingresos en divisas, en comparación con lo que han sido hasta ahora los negocios con EEUU.
Privatización de refinerías. En los últimos días, trascendió la noticia de que el gobierno venezolano, en una negociación inédita, habría arrendado refinerías a Rusia y China por diez años, por falta de recursos financieros, a pesar de que la Ley de Hidrocarburos no establece la contratación de servicios con empresas petroleras extranjeras en una actividad medular, como lo es el procesamiento del petróleo, publicó el periódico El Nacional de Caracas.
Integrantes del sindicato petrolero venezolano hicieron la denuncia, pero voceros oficiales de Pdvsa no han confirmado o desmentido el dato hasta el momento.
"No me extrañaría que el gobierno entregara parte del control del sistema del Complejo Refinador Paraguaná. Rusia y China están dispuestas a invertir los
Unos US$ 7.000 millones que requiere el mantenimiento del complejo y, al mismo tiempo, con la firma de ese acuerdo de arrendamiento se asegurarían las fuentes de repago de la deuda venezolana", opinó Oliveros. "Si se llega a un acuerdo de ese tipo, el gobierno venezolano seguramente no dirá que se trata de una privatización del negocio, lo que va en contra de su ideología estatista, sino solo de un plan económico a largo plazo, para no alarmar a la población", opinó.
El Complejo Refinador de Paraguaná es el más grande de Venezuela y el segundo en el mundo, después de Jamnagar en la India. Su capacidad de procesamiento es cercana a los 960 mil bd de refinación.
La paradoja de la refinería de Citgo. La refinería venezolana con sede en EEUU, Citgo, ha sufrido problemas financieros por su sobreendeudamiento, pero todavía da cuenta de niveles de solvencia y de tener un mercado norteamericano interesante, sobre todo en la costa este. Con las sanciones impuestas por parte del gobierno de Donald Trump, la situación de Citgo paradójicamente mejora porque el gobierno venezolano no puede pedir más dividendos y la compañía tampoco se enfrenta a la obligación de entregarle recursos extraordinarios, como lo ha venido haciendo.