El acuerdo original, firmado en 2006, era por US$155 millones para la construcción de 12 mil kits de viviendas, de las cuales dos mil serían de emergencia y las restantes 10 mil urbanas.
El gobierno de Venezuela envió una nota al gobierno de Uruguay por el incumplimiento de la empresa Unión Metalúrgica Industrial del Sur SA (Umissa), fabricante de casas prefabricadas.
La firma acordó con Venezuela en 2006, durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez cuando se intensificaron las relaciones políticas y comerciales con el gobierno del fallecido Hugo Chávez.
Fuentes diplomáticas confirmaron a El Observador que la cancillería uruguaya recibió la misiva con la protesta venezolana ante el retraso en la entrega de viviendas por un monto estimado US$8 millones. Se plantea que durante su ejecución el contrato sufrió modificaciones en el número de viviendas comprometidas y el costo por unidad aumentó.
Por ese motivo fue observado por la Contraloría General de la Nación de ese país.
Las fuentes de cancillería consultadas dijeron que se trata de un negocio entre el gobierno venezolano y una empresa privada. Para el Poder Ejecutivo hubo un incumplimiento de la empresa Umissa que desencadenó en diferencias legales, señalaron.
El tema está en conocimiento del ministro Luis Almagro, quien actualmente está en el exterior, y del subsecretario Luis Porto.
El acuerdo original, firmado en 2006, era por US$155 millones para la construcción de 12 mil kits de viviendas, de las cuales dos mil serían de emergencia y las restantes 10 mil urbanas.
El portal venezolano Lapatilla informó ayer que el contrato fue modificado al punto que de las 12 mil viviendas, al final debían entregarse 8.110 casas y se mantuvo el costo en US$155,5 millones. Además ya no tenían que entregarse en marzo de 2007 sino en diciembre de 2011.
Aún así, la empresa incumplió. La Contraloría General de la Nación determinó que a mayo de 2011 se habían entregado 2.150 kits completos y 5.030 incompletos. En ese momento el estado venezolano había desembolsado el 78% del precio total acordado, informó la publicación.
La entrega de kits incompletos, representan “un incumplimiento de las cláusulas” según el organismo de contralor.
Umissa también cobró notoriedad cuando en 2006 la visitó Guido Antonini Wilson quien fue detenido con una valija en Ezeiza con unos US$800 mil que según declaró eran para la campaña de Cristina Fernández de Kirchner.
Antonini Wilson, quien impulsó negocios entre Venezuela y Uruguay, estuvo en Casa Rosada en un acto del presidente Néstor Kirchner. Luego fue visitado por agentes del gobierno de Chávez para que se responsabilizara por el dinero incautado a cambio de una recompensa pero finalmente pactó con el FBI de Estados Unidos, lo que permitió realizar detenciones de otros involucrados en el episodio de la maleta.
El empresario estuvo en Uruguay cuatro veces en 2006 –en uno de esos viajes estuvo en Umissa– y dos veces en 2007.
Luego del episodio de la valija y su presencia en Umissa, la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda (Fucvam) pidió a través de un comunicado que se investigaran los vínculos políticos entre parlametnarios y familiares que fueron contratados por Umissa, así como los vínculos del exembajador uruguayo en Caracas, Gerónimo Cardozo, con sociedades anónimas que contratan con Venezuela.
Desde Umissa, sus voceros aseguraron que cumplieron con la entrega de viviendas acordada con Venezuela.