Expertos consideran que la interrupción de las ventas de granos en el mercado doméstico podría afectar los embarques agrícolas de Argentina, uno de los mayores exportadores mundiales de maíz, soja y derivados.
Buenos Aires. La comercialización de granos se encuentra prácticamente paralizada en Argentina, debido a la expectativa de que el Gobierno aumente los impuestos a las exportaciones para lidiar con el déficit fiscal en medio de una grave crisis económica.
Expertos consultados por Reuters consideraron que la interrupción de las ventas de granos en el mercado doméstico podría afectar los embarques agrícolas de Argentina, uno de los mayores exportadores mundiales de maíz, soja y derivados.
La principal señal de que el Gobierno prevé subir el impuesto a la soja tuvo lugar el miércoles, cuando el Ministerio de Agricultura suspendió el registro de exportaciones agrícolas, lo que suele hacerse para evitar que los exportadores sigan pagando por sus embarques una tasa más baja que la nueva.
Medios locales y expertos señalaron en los últimos días que el Gobierno del presidente peronista Alberto Fernández subiría la tasa a las exportaciones de la oleaginosa a 33%, desde el 30% actual.
"No están dando precio los compradores. Prácticamente no está habiendo operaciones", dijo Guillermo Mouliá, operador de la correduría de granos Guardati Torti, situada en Rosario, donde está el principal mercado de granos del país.
Cuando los impuestos a las exportaciones de soja suben, el precio pagado en el mercado de Rosario por el grano suele bajar, dado que los exportadores trasladan el costo de la tasa a los productores.
En medio de la parálisis comercial, las poderosas asociaciones de agricultores negocian con el Gobierno para evitar la suba de impuestos, que Fernández considera clave para reducir el déficit fiscal.
Algunos dirigentes rurales ya amenazaron con realizar una huelga comercial si el Gobierno sube los impuestos. En 2008, una ola de protestas del sector, que incluyó extensas huelgas comerciales y bloqueos de rutas, obligó a renunciar a Fernández, que entonces era jefe de Gabinete del Gobierno nacional.
Según el presidente de Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, el ministro de Agricultura se comprometió este jueves a que el Gobierno continuaría analizando la aplicación de la tasa hasta inicios de la semana que viene, lo que extendería la aplicación de la suspensión del registro.
Un portavoz del Gobierno no respondió inmediatamente al pedido de comentarios de Reuters.
Gustavo Idígoras, titular de las cámaras de exportadores y procesadores de granos de Argentina (CIARA-CEC), dijo que una prolongación de la suspensión podría impactar en los embarques agrícolas del país.
"Pone en riesgo contratos ya confirmados, porque habitualmente hay necesidades de completar carga y eso se hace con declaraciones juradas cercanas a los momentos de los embarques. Si no se puede completar carga, no salen los barcos y hay que pagar el costo de la espera", dijo Idígoras.
El jueves, los precios de los futuros de la soja en Chicago fueron impulsados por los sucesos en Argentina.