En los primeros ocho meses del año, la variable acumula un avance de 18,8%; nuevas marcas japonesas y coreanas lideran en crecimiento.
La industria automotriz vendió 110.928 vehículos durante agosto en México, cifra 7,9% superior a las unidades comercializadas durante el mismo mes del 2014, y representa la segunda cifra mayor en colocación de unidades en lo que va del 2015, reportó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Si bien representa la cifra más alta para un octavo mes del año, agosto pasado se quedó por debajo del pronóstico de crecimiento de la AMDA, que había revisado al alza a 113.358 autos, tras la buena racha observada en el año.
De acuerdo con datos preliminares de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la AMDA, en el acumulado enero–agosto del 2015, se han vendido 825.278 vehículos ligeros, que representa crecimiento de 18,8% en relación con el acumulado del mismo periodo del año previo.
La industria precisó que al ser datos preliminares, podrían modificarse al alza las ventas, pues aún faltan datos de la empresa Suzuki.
General Motors marcó dos meses consecutivos de caída en ventas en el mercado mexicano, en agosto retrocedió 14,4%, al colocar 20.094 unidades; Ford también mantiene descenso de 3,3% con 6.948 autos vendidos.
En cambio, las marcas que repuntaron ventas son Nissan, al aumentar 10,1% con 29.179 unidades; le sigue Volkswagen, al crecer 16,1% con 18.765 colocadas en el mercado; FCA, que ganó 17,3% con 8.382 autos durante agosto, y Toyota, al comercializar 9,5% más unidades con 7.125.
Durante el octavo mes del 2015, Mazda y Hyundai son las marcas con el mayor crecimiento porcentual, 28,2 y 82,4%, respectivamente. La japonesa de reciente incorporación al mercado mexicano vendió 4.572 unidades y la coreana, 2.553 autos.
Hasta el mes pasado, los distribuidores de autos afirmaron que la paridad cambiaria no era un factor en las ventas, pues “el impacto del tipo de cambio en las variaciones en costo y utilidad final que tiene cada vehículo dependerá de la integración de los componentes y las políticas de manufactura de cada unidad; por tanto, no se puede generalizar o afirmar que va a haber un incremento significativo o generalizado en los precios de los vehículos en México”.