La ajustada oferta después del terremoto en Japón, envalentonó a algunas automotrices, que subieron sus precios, una estrategia que algunos analistas e inversores consideran que se ha vuelto contra ellas en mayo y junio.
Detroit. General Motors y Ford reportaron este viernes ventas de automóviles de junio más débiles a las esperadas, porque dejaron de hacer descuentos pese a las dificultades que enfrenta la economía y ahuyentaron a los consumidores.
GM también moderó sus pronósticos para el sector porque ve que los consumidores aún están postergando sus compras.
La ajustada oferta de vehículos tras el terremoto del 11 de marzo en Japón ha envalentonado a algunas automotrices, que han subido sus precios, una estrategia que algunos analistas e inversores consideran que se ha vuelto contra ellas en mayo y junio.
"El consumidor aún está en dificultades", dijo Gary Bradshaw, gerente de cartera de Hodges Capital Management, que tiene acciones de Ford. "Los compradores de autos han frenado un poco", añadió.
"Los precios de los autos han subido muchísimo (...) probablemente se necesita que bajen un poco si se puede. Yo sé que los precios de las materias primas están subiendo, pero hay un pequeño margen", agregó.
GM y Ford redujeron en junio los incentivos que ofrecían a los compradores en un 2% y en un 2,4%, respectivamente, en comparación con mayo, según TruCar.com.
Las ventas de autos están entre las primeras señales mensuales del comportamiento de la demanda del consumidor.
Los inversionistas esperan que la industria pueda revertir los decepcionantes resultados de mayo, que elevaron los temores sobre el ritmo de la recuperación de la mayor economía del mundo.
Los inversionistas recibieron este viernes buenas noticias sobre el sector manufacturero estadounidense, porque en junio el índice del Instituto de Gerencia y Abastecimiento subió por primera vez en cuatro meses.
Sin embargo, el jefe de ventas de GM en Estados Unidos, Don Johnson, dijo que el impacto de la crisis en Japón fue un peso demasiado grande para las ventas de junio.
"Algunos de los consumidores han decidido esperar y retrasar sus compras", dijo a periodistas en una teleconferencia. "Vemos esto como algo temporal".
"Esto tiene mucho menos que ver con la economía que con los niveles de inventarios que tienen algunos de nuestros competidores, particularmente los japoneses. Ellos están alcanzando el punto bajo de sus inventarios durante esta crisis", añadió Johnson.
Mayo y junio sufren. Los analistas habían anticipado que la industria, especialmente en Japón, sufriría por el terremoto en ese país que causó faltantes de piezas.
"Creemos que la recuperación se reiniciará pese a la debilidad del mercado inmobiliario y el hecho que no cede el desempleo", dijo Johnson.
Sin embargo, dijo que la industria estadounidense terminaría el año en el piso del rango pronosticado por la firma, de entre 13 y 13,5 millones de automóviles vendidos.
GM dijo que el mes pasado vendió 215.358 vehículos, excluyendo las marcas que ya no produce, un alza del 10,5% frente al mismo lapso del año pasado. Los analistas esperaban un alza de entre 11% y 20%.
Las ventas de Ford subieron un 13,6% interanual a 194.114 automóviles, un resultado que también estuvo por debajo de las estimaciones de los analistas. Las de Chrysler saltaron un 30%.
La japonesa Toyota reportó una baja de un 21,1% en sus ventas en Estados Unidos, pero sus ejecutivos se mostraron "extremadamente optimistas sobre el segundo semestre".
Los expertos esperaban que las ventas de toda la industria estadounidense subieran tan sólo un 2% en junio frente a mayo y un 8% interanual.
Las cifras de mayo reflejaron que los inventarios están más ajustados por los problemas del terremoto en Japón, que también produjo un alza en los precios de los autos y llevó a muchos consumidores a suspender sus compras.
En Japón, las ventas de automotores nuevos se derrumbaron en junio en más de un quinto, pero las surcoreanas Hyundai y Kia Motors extendieron su fuerte escalada con un alza porcentual de dos dígitos.
En Francia los despachos cayeron por tercer mes consecutivo, mientras que en Brasil saltaron un 15,9%.