El segmento de viviendas amparadas bajo la ley de interés preferencial se mantienen como el producto más demandado por los panameños.
Las promotoras de vivienda están atravesando un periodo dinámico toda vez que las construcciones siguen reflejando un ritmo acelerado al igual que las ventas, cuya proyección de crecimiento -de lo último en mención- se estima en 16% este año, en comparación con el 2011.
El segmento de viviendas amparadas bajo la ley de interés preferencial se mantienen como el producto más demandado por los panameños, explicó Elisa Suárez de Gómez, directora ejecutiva del Consejo Nacional de Promotores de Vivienda.
Este fenómeno se fomenta luego de la promulgación de la ley, que aprobó en junio de este año, un incremento en el rango de las casas que pueden aplicar al interés preferencial, el cual se ubica en $120 mil (US$117.982). Previamente este beneficio solo era aplicable a las viviendas que tuvieran un costo de hasta $80 mil por un periodo de 10 años.
La empresaria manifestó que la venta de proyectos lujosos cuyos precios superan los $200 mil, a pesar de que no se mueven con el mismo ritmo de los que aplican a la ley de interés preferencial, están volviendo a tornarse apetitosos.
Afirmó que las construcciones de proyectos dirigidos a la clase alta están deprimidas, en parte porque las promotoras se encuentran en la fase de venta.
No obstante, los proyectos enfocados a satisfacer el mercado que puede pagar por una casa cuyo precio sea superior a $120 mil se están desarrollando en áreas como Parque Lefebre, Juan Díaz, Río Abajo y el oeste del país.
El año pasado se vendieron aproximadamente 15 mil viviendas en Panamá, según las estadísticas que maneja Convivienda, cifra que proyectan superar al cierre de este año.
Aunque el sector se perfila con resultados optimistas, Suárez es de la opinión que todavía quedan muchas cosas por hacer, pues existe un déficit habitacional de 136 mil familias que es sobre la base donde hay que trabajar.