La compañía inició los contactos para posibles indemnizaciones a 444.000 demandantes que compraron vehículos diésel por la pérdida de valor de sus automóviles tras el escándalo del "trucaje" de la medición de emisiones.
El gigante alemán de la automoción Volkswagen y la Federación de Asociaciones de Consumidores (vzbv) han iniciado contactos para establecer posibles compensaciones para los cientos de miles de conductores que compraron sus vehículos con el sistema de medición de emisiones trucado.
El anuncio de las conversaciones, hecho este jueves, aumenta las posibilidades de que los aproximadamente 444.000 demandantes que participan en el proceso abierto en el Tribunal Superior Regional de Braunschweig obtengan una compensación por pérdida de valor de sus automóviles por el escándalo conocido como 'dieselgate'.
"El objetivo común de vzbv y Volkswagen es una solución pragmática en interés de los clientes", dijeron en el breve mensaje. Ambos dejan claro que las conversaciones están en una etapa muy temprana: "si se llegará a un acuerdo está todavía abierto".
El juez presidente del Tribunal Regional Superior, Michael Neef, ya había promovido negociaciones entre el fabricante de automóviles y los defensores de los consumidores en las primeras reuniones sobre el proceso en septiembre y noviembre.
Hasta ahora, VW había descrito oficialmente esto como "inimaginable", en referencia a la variedad los casos individuales y a la falta de un registro completo de quejas. Se trata de 444.000 conductores de vehículos diesel manipulados de las marcas VW, Audi, Seat y Skoda.
El vzbv representa los intereses de numerosos conductores en la demanda conjunta interpuesta después de que las manipulaciones de la medición de gases de escape saliera a la luz en otoño de 2015. En muchos casos, los conductores reclaman una compensación por el menor valor de reventa de sus vehículos.
Además de la multitudinaria demanda en Braunschweig, se están ejecutando otros procesos separados en tribunales de todo el país. En algunos casos, los jueces otorgaron una compensación a los consumidores o el reemplazo total del precio de compra del automóvil, pero en muchas ocasiones se rechazaron las reclamaciones.
En septiembre de 2015, después de pruebas de las autoridades y de una investigación de expertos en los Estados Unidos, Volkswagen admitió manipulaciones en los valores de gases de escape de sus automóviles diésel. El software de ciertos motores se configuró de modo que en la operación real en la carretera se emitieran significativamente más óxidos de nitrógeno tóxicos (NOx) que en las pruebas en laboratorio. Los clientes se sintieron engañados y pusieron demandas individuales o se unieron a esta gran demanda colectiva en Alemania.
En Estados Unidos, por ejemplo, Volkswagen ya ha gastado miles de millones en compensaciones a sus clientes y concesionarios.