La compañía sueca desea encabezar la revolución tecnológica de la autonomía de funciones en sus camiones pesados y semipesados, buscando con ello ampliar su cartera de servicios y concesionarios en la región.

"Perseguiremos oportunidades de crecer y esas oportunidades existen", sentencia Wilson Lirmann, presidente del Grupo Volvo para América Latina, como si recitara una cita citable de un destacado libro de autoayuda. Pero Lirmann es el hombre que gestiona las marcas controladas por la compañía sueca en 20 países latinoamericanos, y para surgir en un contexto de ingentes complicaciones, como las del caótico Brasil, vaya que necesita de un punch adicional.

Quizás por eso es que el grupo sueco anuncia sin temblar que invertirá más de US$300 millones en América Latina hasta 2019, y que el 90% de aquello se invertirá en Brasil, en la fábrica de Curitiba, en nuevos productos y en la expansión de la red de concesionarios.

En Volvo apuestan a que la venta 2017 de camiones en Brasil permanecerá estable o crecerán 10% respecto al año pasado, su mercado más grande de comercialización dentro de este segmento estratégico identificado especialmente con los colores de A. Latina.

Volvo opera fuertemente en las áreas de camiones pesados y semipesados, vehículos que durante el año pasado alcanzaron discretas ventas por 29.600 unidades, después de haber alcanzado 103.700 vehículos en 2016 en Latinoamérica.

-¿Los ha afectado el proceso de desaceleración mundial de la economía?

-Es un tema cíclico, ya que si se venden un poco menos de vehículos no es una crisis. Hay que ir adecuando los costos a dichas ventas. Los mercados van evolucionando, las economías van cambiando en torno a sus distintas realidades.

-¿Hacia dónde va el camino de Volvo en el desarrollo de camiones?

-Hay tres grandes tendencias en la industria automotriz hoy en día, en especial de camiones: una es la electromovilidad, también el vehículo autónomo y el vehículo conectado. Nosotros estamos trabajando en Volvo a nivel mundial en estos temas, especialmente en el área de electromovilidad con el sistema de autobuses. Ya tenemos en toda Latinoamérica disponible los autos híbridos. Por ejemplo, en Bogotá, Colombia, dentro del sistema público de transporte.

-¿Y en Chile lo tienen proyectado?

-Hace más de un año que tenemos un autobús Volvo de tipo híbrido operando en el Transantiago. A pesar de que en un comienzo ha sido una inversión costosa, cada día se está volviendo más accesible y han bajado los costos de su batería.

-¿Ya están trabajando con vehículos autónomos?

-Somos reconocidos en todo el mundo por soluciones de transporte innovadoras. Este es otro lanzamiento que revolucionará el transporte en la agroindustria brasileña, una de las más competitivas del mundo.

Lirmann se refiere a la reciente muestra al público de un transporte donde un operador se mantiene en la cabina del vehículo, pero no interfiere en los movimientos. El vehículo, dentro de una plantación, viaja a través de los surcos que separan las hileras de caña del azúcar, sin estropear la cosecha. En Suecia, Volvo ya tiene un camión totalmente independiente (sin conductor) en la explotación de minerales como el zinc y el aluminio, emplazado dentro de un escenario minero.