A los precios actuales de mercado esta cifra representan unos US$5,1 millones (104,1 millones de lempiras), que ya no se podrán exportar.
San Pedro Sula, Honduras. La meta de la agroindustria azucarera de producir 11,3 millones de quintales no se logrará, según las últimas cifras del sector en la recta final de la zafra.
De acuerdo con Carlos Melara, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Azúcar de Honduras (APAH), la reducción de la producción se estima en 300.000 quintales, que a los precios actuales de mercado representan unos US$5,1 millones (104,1 millones de lempiras), que ya no se podrán exportar.
El ejecutivo aclaró que en ningún momento se ha puesto en peligro el abastecimiento de azúcar para el mercado nacional, el cual tiene prioridad para los productores, y al que destinan hasta el 70% de la producción.
“La meta original eran 11,3 millones de quintales, un millón más que la zafra 2011-2012, y la meta revisada es de 11 millones; la revisión se tuvo que hacer, primero, por la merma de las áreas a las que no se pudo entrar a dar mantenimiento previo a la cosecha de la caña por las invasiones y también por algún factor climatológico”, explicó el directivo.
Problemas reales. Sobre el primer punto, Melara refirió que “el problema de los campesinos es real, pero mientras no se aborde de una manera integral y responsable y que se blinde a intereses políticos, no se ve una solución a corto plazo”.
Se calcula que unas 400 hectáreas de tierra todavía se encuentran en manos de los invasores, una situación que en casi dos años ha dejado unos 300 millones de lempiras en pérdidas.
“Entiendo que se han destruido fincas y ha habido grandes pérdidas económicas. Situaciones como estas afectan la inversión y el crecimiento de las ya existentes, generan incertidumbre en potenciales inversionistas que están viendo a Honduras como un país para invertir y como un socio comercial; espero que este asunto pueda resolverse lo más pronto posible”, comentó recientemente la embajadora del Reino Unido para Honduras, Sarah Dickson.
La situación climática también influye la productividad de los cañaverales. El empresario azucarero Mateo Yibrín comentó que “la industria depende del clima, y si hay suficientes horas luz en el período de crecimiento de la caña, hay más producción”.
Agregó que “aunque el invierno no sea muy fuerte, pero bien distribuido todos los meses, de junio a noviembre, entonces hay buena producción; pero si el invierno es copioso, fuerte, no bien distribuido, no es bueno para el cultivo”.