Clemencia González, consultora senior de Whalecom, refiere al respecto.
¿Es la gestión del tiempo un concepto desactualizado? Existe una infinidad de programas de capacitación sobre este tema que intentan ayudarnos a ser más eficientes, más productivos. La pregunta es: ¿realmente funcionan?
No hay duda de que es probable que nos llevemos algunos consejos útiles, pero ¿realmente logran cambiar nuestros hábitos de manejo del tiempo? Por otro lado, ¿es esa la pregunta que debemos hacernos? ¿Es efectivamente el tiempo lo que estamos gestionando? ¿O estamos manejando nuestra atención, el foco y nuestras emociones en un intento por ser más productivos?
A medida que aprendemos más sobre el comportamiento humano, a través de nuestra creciente comprensión del cerebro, empezamos a descubrir que es necesario repensar la manera en la que abordamos la gestión del tiempo. Desde Whalecom, explica Clemencia González Silveyra, consultora senior, "comenzamos a cuestionar algunos de nuestros pensamientos, a investigar sobre el tema, y de allí salió un nuevo concepto, al que estamos abordando como Neurotiempo".
González dice que en en artículo publicado en Global Association for Neurobiology Studies en 2009, por Lynda Klau, sugiere que las antiguas soluciones ya no funcionan y que la mayoría de los enfoques tradicionales de gestión del tiempo solo apuntan a que cambiemos nuestros comportamientos, como si todos nuestros conflictos relacionados con el tiempo pudieran resolverse simplemente "estableciendo nuestras prioridades", "apegándonos a un cronograma concreto" u "organizando nuestros archivos".
"Las soluciones externas son lógicas, pero ignoran los conflictos emocionales internos, las presiones, el estrés", dice.
De esta forma, el recurso más preciado de un líder no es su tiempo. Es su atención focalizada. El tiempo simplemente pasa, mientras que la atención focalizada hace que las cosas pasen. Cuando somos capaces de concentrar y dirigir nuestra atención hacia una tarea o interacción en particular, podemos tener un impacto significativo en una cantidad mínima de tiempo. Pero cuando no podemos enfocar nuestra atención en lo que estamos haciendo, todo el tiempo del mundo es insuficiente.
El enfoque del Neurotiempo está centrado en el desarrollo de nuestra conciencia atencional y propone tres áreas de entrenamiento: conciencia emocional (qué siento), conciencia atencional (donde dirijo mi atención) y conciencia cognitiva (qué pienso).
Para empezar a trabajar en torno a este nuevo paradigma es importante que cada uno de nosotros conozca su propio perfil atencional. ¿Te distraés con facilidad? ¿Tu estado de ánimo toma el control? ¿Te detectás en piloto automático?
La conciencia y la regulación de nuestras emociones son fundamentales para el uso productivo de nuestra atención y de ahí surgen algunos conceptos que vale la pena tener en cuenta:
- Considerar la importancia de la atención como recurso.
- Comprender los diferentes modos de pensar, Pensar lento, pensar rápido.
- Explorar la relación entre atención y emoción
- Concentración, práctica, presencia (mindfulness) y single-tasking.
- Nuestro estilo emocional y su impacto en nuestra vida.
- Comprender el papel de las emociones, particularmente en el razonamiento y la toma de decisiones.
- Identificar fortalezas para mantener y posibles cambios a considerar.
Y recordar que:
- La atención es un recurso limitado
- Toma 23 minutos recuperar el foco.
- Las emociones son imanes para nuestra atención.
- Donde va tu atención, va tu energía,
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