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Nicolas Cage: "siento que soy un estudiante. Jamás diría que soy un maestro"
Lunes, Junio 9, 2014 - 08:45

La estrella de la cinta Joe habla de sus inicios, trayectoria, sus proyectos futuros y hasta de su vida personal con su familia.

Atrás quedó la época de los divorcios de Nicolas Cage con Patricia Arquette o la hija de Elvis Presley, Lisa Marie. Desde hace diez años, mantiene un camino más firme en su vida personal, mudándose incluso a Nueva Orleans con su esposa Alice Kim para cumplir el mejor rol de padre, con su hijo Kal-el. Y después de haber probado el éxito en la ruta de las superproducciones de Hollywood, Nic retoma el mismo camino de las producciones independientes que lo habían llevado hasta el Oscar de “Adiós a Las Vegas”, hace casi 20 años.

En el cine ya había empezado el año con la película Tokarev del director español Paco Cabezas. Y mientras espera el estreno para octubre del thriller de ciencia ficción Left Behind, en EE.UU. lanza el DVD de la tercera película del año, Joe.

- ¿El hecho de haber ganado un Oscar genera cierta presión por seguir manteniendo el éxito en el cine?

- Una de las grandes razones que me frustró con los críticos es que no saben qué hacer conmigo. Yo no me encasillo. Todo lo contrario. Cuando gané el Oscar me propuse ir en contra de ese estilo de cine y por eso había hecho películas de aventuras que nadie esperaba, como Con Air o Gone in 60 Seconds. Tengo la bendición de haber conseguido los roles que he querido hacer en películas que coinciden con lo que a mí me interesa. Si te fijas en mi trabajo con cuidado hay películas tan diferentes como Bad Lieutenant, Knowing! Lord of War y National Treasure. Siempre trato de buscar roles completamente diferentes. Y recién ahora quiero volver a mis raíces, como una forma de reinventarme, volviendo al estilo de cine de Leaving Las Vegas o Vampire’s Kiss, con películas independientes de espíritu dramático y menor escala. Esa es la dirección que quiero tomar para volver a cero.

- ¿Es refrescante escaparse del sistema de Hollywood, se siente más libertad?

- En eso estoy de acuerdo. Yo siento que soy un estudiante. Jamás diría que soy un maestro. El camino del estudiante te lleva a intentar un poco de todo, esperando aprender algo, buscando una nueva nota, un nuevo sonido o una nueva expresión en el proceso. No me importan las calificaciones. Me importa la educación. Y por eso quiero seguir experimentando, intentando algo nuevo, para tratar de evolucionar y aprender.

- ¿Y qué es lo primero que mira para aceptar una película, el material, el guion o el director?

- El material es lo que más me importa en esta etapa de mi vida. Tiene que haber cierto mecanismo en el guion que me permita encontrar un camino barroco que también se conecte con el público, en un ambiente contemporáneo. Como los actores del cine mudo de los años 20, expresionistas alemanes como Max Schreck que podían hacerlo porque era el estilo de cine de aquella época. Por eso trato de encontrar algo así, en el cine moderno. Y la única forma es encontrar a alguien tan loco como Peter Loew en Vampire’s Kiss o Terence McDonagh en Bad Lieutenant con un personaje que haya vendido su alma al diablo como el perfecto tatuaje animado de Ghost Rider. Aquellas películas eran una forma divertida de conectarse con el público. Uno puede ir tan lejos como uno quiera, siempre y cuando encuentre el contenido emocional. Y yo siempre digo... si les parece que hago algo por encima de lo normal, primero que me digan que es lo normal.

- ¿Como su próxima película, Left Behind?

- Nunca estuve en una situación como en esa película, donde me toca ser un piloto de un avión transatlántico y mis pasajeros empiezan a desaparecer en el avión y no sé dónde están. Esa idea solamente fue un desafío muy difícil de rechazar.

- ¿Se acuerda de la última película por la que tuvo que pasar por una prueba de audición?

- Ni siquiera me acuerdo de la última película donde tuve que pasar por una oficina de casting. Algo así es como un bautismo con fuego, es una verdadera prueba. Yo pienso que en esos momentos hay que ser muy especial tratando de lograr algo único y original que asuste a la gente. Pero si entras en una oficina de casting con una voz nueva, haciendo algo original, tampoco saben dónde ponerte. Buscan a alguien como Ryan Gosling que entre en ese molde. Y no tengo nada en contra de Ryan Gosling, es uno de los mejores actores. Pero mi sugerencia es que los jóvenes actores, cuando vayan a una prueba, se filmen antes en video, para que lo puedan mostrar.Y a lo mejor, cuando el director esté comiendo su ensalada, aburrido en la oficina piense “¿Qué habrá hecho este chico en ese video?”, y cuando lo vea, tendrá una nueva oportunidad de buscar algo especial. Esa es mi mejor sugerencia para las audiciones.

- ¿Hubo alguien en su vida que lo ayudó en su juventud; quién se lleva el crédito de su éxito?

- Es lo que yo llamo ángeles en mi vida. Para mí, la mejor definición del padre es alguien que le da poderes a sus hijos. Y yo descubrí gente como mi profesor de ciencias, el señor Phipps, y mi profesor de teatro en la escuela secundaria, John Engel, o mi maestro de Kung Fu, Jim Lau, cuando tenía 12 años. Todos vieron un potencial en mí y quisieron animarme por ese potencial. Pero también tuve una relación muy unida con mi padre, así que en ese sentido tuve mucha suerte.

- ¿Su padre se sorprendió bastante cuando se enteró que usted quería ser actor, igual que su tía Talia Shire (la esposa de Rocky y la hija de “El Padrino”)?

- Sí. Él no quería que yo fuera actor, tampoco trató de detenerme. Supongo que él sentía que mi talento pasaba por escribir, pero después estuvo de acuerdo conmigo. Era un profesor bastante involucrado en las artes y enseñaba a pensar, a abrir la mente, despertaba la imaginación para crear arte. En mi caso me daba libros clásicos, pidiendo que yo fuera su corresponsal en el libro, interactuando con los personajes para después escribir un capítulo perdido. Y así lo hice con libros como Moby Dick.

- ¿Alguna vez aprovechó una experiencia personal con su padre, en el cine?

- Mi padre era profesor y por nuestra relación, a veces termino hablando en círculos y digo cosas que tienen un sentido particular. ¿Tenemos suficiente tiempo?

- ¿Con su esposa de nacionalidad coreana descubrió el gusto a la vainilla, de la cultura asiática?

- Bueno, primero que todo, a mí no me gusta generalizar, pero mi esposa tiene muy en cuenta a la familia. Y no sé si es porque es de Asia. Simplemente le importa la familia. Y te diría que me encanta la comida asiática, estimula mi imaginación, me encanta la comida coreana. Cuando tengo el kimchi y el kalbi y le agrego ajo y lo mezclo con una pasta o mi esposa lo coordina todo para darme de comer con un buen vaso de vino tinto, enseguida surgen las mejores ideas de lo que quiero hacer en mi próxima película.

- ¿Qué lecciones de vida aprendió de su padre para enseñarle hoy a sus hijos?

- Trato de darles libertad y ver el potencial que logran. Si se trata de dibujar, me aseguro que tengamos los mejores lápices, pinturas y papel; si es música, me aseguro que tengamos los mejores instrumentos que podamos conseguir. Lo importante es no forzar, sino proveer. Mi padre solía decir: “no importa la profesión que sea, pero si logras ser el mejor en tu campo, siempre va a ser algo fascinante de ver”.

- ¿Cómo fue que decidió filmar una película como Joe?

- Todo empezó cuando el director David Green me escribió una enorme carta expresando su interés por hacer la película conmigo. Y cuando leí el guion, me conecté enseguida con el personaje de Joe. Después leí la novela... dos veces. Para mostrarle mi entusiasmo, fui a Texas por un par de días, comimos algunos tacos y le dije que realmente quería hacer la película con él.

Autores

El Heraldo