Las acciones chinas saltaron el viernes a su nivel más alto en casi 20 meses.

El índice Nikkei de la bolsa de Tokio subió este viernes, pero registró su sexta caída semanal consecutiva, su racha más larga de pérdidas desde enero del 2014.

El Nikkei avanzó un 0,5% a 19.452,61 puntos, aunque la actividad fue moderada mientras los inversores aguardaban unos discursos más tarde en el día durante un simposio de banqueros centrales globales en Jackson Hole, Estados Unidos.

En la semana, el Nikkei acumuló un declive de un 0,09%.

Desde la vereda contraria, las acciones chinas saltaron el viernes a su nivel más alto en casi 20 meses, y los títulos financieros y de recursos llevaron al índice de Shanghái a superar un nivel clave de resistencia en medio de una mayor confianza de los inversores.

Una serie de resultados corporativos más sólidos que lo previsto de las principales firmas chinas ha aumentado en los últimos días las esperanzas de que el impulso económico se mantenga durante el resto del año, desafiando las previsiones de los analistas de una desaceleración gradual.

La confianza también ha sido apoyada por señales de que la reestructuración de las empresas estatales está cobrando ritmo.

El referencial CSI300 de las principales acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen saltó un 1,6%, a 3.795,75 puntos, mientras que el índice compuesto de Shanghái ganó un 1,8% a 3.331,52 unidades, su mejor desempeño en un año.

Para la semana, ambos referenciales repuntaron un 1,9%.