Pasar al contenido principal

ES / EN

''¡No ha entrado! ¡No es gol! ¿O sí?'' El gol de Wembley cumple 50 años
Miércoles, Agosto 3, 2016 - 16:46

La anotación más polémica en la historia de los mundiales, que definió el título a favor de Inglaterra en 1966, aún despierta pasiones.

"¡No ha entrado! ¡No es gol!", gritó el comentarista Rudi Michel. "¿O sí? Habrá que ver lo que dice el linier", rectificó al instante el alemán. Era el 30 de julio de 1966 y los casi 100.000 hinchas que asistieron a Wembley contuvieron el aliento durante unos larguísimos segundos, los que tardó el árbitro en conceder el gol posiblemente más polémico de la historia del fútbol.
 
En 2016, se cumplen 50 años del famoso "gol de Wembley", el que dio a Inglaterra el único título que brilla en su palmarés, el Mundial de 1966.
 
Poco antes de que el partido llegara al minuto 90, el alemán Wolfgang Weber anotó el 2-2 que llevaría el partido a la prórroga. La Reina Isabel II de Inglaterra y alrededor de 97.000 espectadores vieron como el marcador mostraba "England 2 Germany W. 2".
 
La historia cambió cuando el inglés Geoff Hurst recibió un pase de Alan Ball en el minuto 101. Acto seguido chutó, el balón se estrelló en la parte inferior del larguero para caer sobre la línea de gol y salir disparado hacia fuera.
 
Los ingleses empezaron a celebrar y los alemanes protestaban. El colegiado suizo del partido, Gottfried Dienst, no supo decidir y tuvo que pedir consejo a su linier. El kazajo Tofiq Bahramov, que tenía la mejor visión durante la jugada, validó el gol. "¡Es gol!", anunció un emocionado Kenneth Wolstenholme, comentarista inglés de la "BBC".
 
Cincuenta años después, el autor del gol sigue convencido. "El balón entró", dijo Hurst. "Yo tenía la peor visión en todo el estadio. Me había caído y miré por encima del hombro. El balón cayó justo detrás del arquero Hans Tilkowski", recordó el ex futbolista en una columna para el diario "The Daily Mail".
 
La imágenes dicen que el balón nunca se encontró al cien por ciento por detrás de la línea de gol. No obstante, en Inglaterra se enseña una imagen en la que parece que la pelota sí sobrepasó la línea. "Después de tanto tiempo, estoy seguro de que el balón no entró", dijo Tilkowski en una entrevista con "Sport Bild". "Para eso no necesito ningún video, fue muy claro", añadió.
 
"Todos sabemos que no fue gol", aseguró Uwe Seeler, el capitán alemán de la final. "Dienst era un árbitro de primera clase. No sé qué le pasó. Pero no podemos enfadarnos con los ingleses. Si hubiera sido al revés también lo hubiéramos celebrado", añadió.
 
Alemania también se quejó por el cuarto y definitivo gol, que llegó en el minuto 120 otra vez por medio de Hurst. Los aficionados ingleses invadieron el césped antes de que llegara el tanto. "Se creen que ya ha acabado", dijo el comentarista Wolstenholme en la BBC para poco después celebrar el gol que significaba el primer mundial de Inglaterra.
 
La final de 1966 no pasó a la historia sólo por el famoso "gol de Wembley", sino también porque ha sido la única gran victoria de los "pross". "Si alguien nos hubiera dicho que después de 50 años no íbamos a ganar nada más, nos hubiéramos sorprendido", dijo Greg Dyke, ex presidente de la asociación de fútbol inglesa poco antes de la eliminación contra Islandia en la Eurocopa de Francia.
 
Los ingleses todavía sueñan con aquella gran final que les coronó como los reyes del fútbol. La "BBC" ha organizado una gran fiesta temática al lado del histórico estadio londinense "para fortalecer a los fans ingleses después de otro decepcionante torneo".
 
Por otro lado, a los alemanes no les gusta recordar esa final. Alemania ha vivido desde entonces muchos éxitos futbolísticos, el más reciente en el Mundial de 2014, donde se proclamó por cuarta vez campeones del mundo.
 
En el país germano el 50 aniversario de la final solamente será recordado con una exposición fotográfica en Dortmund, que será inaugurada el domingo con la presencia de Seeler y Tilkowski, entre otros. No se podrá esperar mucha discusión, ya que el punto de vista alemán es bastante claro: "¡No ha entrado! ¡No es gol!".

Autores

Philip Dethlefs/ DPA