Cuando los gobernantes -una vez en el poder- quieren ejecutar sus propuestas electorales, se dan cuenta de la imposibilidad de hacerlo para muchas de ellas por falta de financiamiento. Por tanto, ¿a qué gobierno no le gustaría contar con mayores recursos fiscales? ¿Pero de dónde sacarlos? No pocos pensarán -simplistamente- que del aumento o la creación de nuevos impuestos.
Por ello, es un regalo en bandeja de plata que empresarios peruanos hayan entregado al presidente Humala una serie de planes de inversión con alto componente de desarrollo social, que -además de generar empleo- incrementarán los recursos fiscales.
Lo ocurrido con ocasión de CADE Ejecutivos 2013 es algo inédito en nuestro país. Por varios meses, más de 80 jóvenes empresarios menores de 50 años dejaron de lado sus diferencias como competidores y trabajaron juntos en el desarrollo de cursos de acción concretos para resolver las necesidades más apremiantes de la población.
Perú tiene la posibilidad de convertirse en un país desarrollado en un plazo no muy lejano. Como dijo Ignacio Bustamante, si la cartera de inversiones -en tan solo el sector minero- se hiciera realidad, nuestro PIB crecería en 36%, tendríamos 2,4 millones de nuevos puestos de trabajo, y el Estado recaudaría más de US$12.000 millones adicionales al año.
Si a ello agregamos la inversión que debemos hacer para cubrir el enorme déficit en infraestructura (que podría ascender a US$100.000 millones si no ejecutamos los proyectos pendientes), nos podemos dar una idea del crecimiento económico y de los cuantiosos ingresos fiscales que mejoraría nuestra competitividad y ayudaría a reducir más rápido la pobreza.
A diferencia de lo que ocurría en el pasado no muy lejano, cuando no éramos sujeto de crédito y hacíamos enormes esfuerzos para obtener financiamiento de instituciones multilaterales, hoy somos grado de inversión y podemos aprovechar el esquema de asociaciones público-privadas.
Mejorar en infraestructura e invertir en educación -donde el déficit de calidad y dirección es enorme-, facilitará el desarrollo de otros sectores de gran potencial, como son el turismo y la agroindustria.
Un empresariado capaz de definir estrategias comunes y desarrollar planes cuantificables, a partir de un trabajo colaborativo, es algo que debemos valorar. Algunos ejemplos de los compromisos vinculantes asumidos por los empresarios en Paracas son:
*En Minería, la remediación de cinco pasivos ambientales y la firma de convenios para el cuidado del agua en tres sub cuencas.
*En Educación, la capacitación de 10 mil directores y 10 mil maestros y la creación de un observatorio educativo-laboral.
*En Agro-exportación, el riego tecnificado en 15 mil hectáreas para pequeños productores.
*En Infraestructura, el compromiso que la inversión total alcance 7% del PBI, y lograr 80% de internet en localidades rurales.
*En Turismo: tres recursos convertidos en productos turísticos al 2018.
*En Servicios Financieros, plataforma de atención bancaria para 1 millón de personas en zonas rurales y un fideicomiso de US$ 1.000 millones para infraestructura.
*En Salud, US$ 1.000 millones para ampliar la oferta de 2.000 camas, plataforma virtual de historias clínicas compartidas, y medicamentos genéricos de calidad.
La actual administración del presidente Humala -y las administraciones de los dos próximos gobiernos- deben apoyar, con acciones concretas, estos esfuerzos de la empresa privada, y asumir responsablemente su rol de facilitador de las inversiones.
Hacerlo, no requerirá -felizmente- de estímulos costosos como la inyección de miles de millones de dólares que vemos en países desarrollados afectados por la crisis global, sino simplemente de decisión política y de medidas efectivas para que el sector público destrabe las inversiones.
Algo notable visto en esta CADE fueron los testimonios personales de tres connotados empresarios líderes quienes -con transparencia y franqueza de expresión- mostraron la importancia de los valores éticos puestos en práctica en el desarrollo de sus negocios.
Para Carlos Rodríguez-Pastor (CRP), Eduardo Hochschild (EH) y Ángel Añaños (AA), vivir los valores que predican en sus organizaciones ha resultado fundamental para sus éxitos personales y empresariales. Ellos compartieron con nosotros sus sueños y motivaciones, y sus filosofías de no solo obtener ganancias per sé, sino de generar riqueza como una forma de hacer más por nuestro país, con una visión de largo plazo.
Algunas citas importantes de CADE 2013: “Cambiemos el Sí, pero… por el Sí, Perú” (CRP); “Si todos apostamos por el Perú, nada podrá detener su crecimiento y desarrollo” (EH); “Todo empieza cuando sabes en quién quieres convertirte” (AA); "El momento es ahora" (R. Briceño); "Solo se puede avanzar rápido, pero juntos avanzamos más lejos" (presidente Humala).