Almendras y castañas ofrecen variados aportes vitamínicos.
Una porción de nueces sin sal del tamaño de una bola de golf –unos 30 gramos– da vigor y, a diferencia de la mayoría de opciones, aporta una mezcla de vitaminas y minerales valiosos.
Cada nuez tiene credenciales nutricionales distintas y ofrece varios beneficios para la salud.
Para quienes evitan consumir productos lácteos, las almendras son una buena alternativa, pues son ricas en calcio, un mineral que sirve para reforzar los huesos. Estas también tienen un alto contenido de vitamina E, un nutriente que ayuda a mejorar la condición y apariencia de la piel.
Almendras enteras con la piel incluye el poder de unos compuestos llamados flavonoides, que tienen un efecto tónico para el corazón.
Las nueces de Brasil, ideal para quienes sufren de hipotiroidismo o baja en la función tiroidea, son una buena fuente del mineral selenio, que se necesita para producir la hormona tiroidea activa. El selenio también apoya al sistema inmunológico y ayuda a curar heridas. Solo tres o cuatro nueces de Brasil al día proveen el selenio requerido.
Las castañas son ricas en carbohidratos almidonados y fibra. Si se comen crudas, son buena fuente de vitamina C.