El gobierno argentino incluyó a la compra de dólares para el pago de importaciones de bienes en un impuesto que aplicaba para otras operaciones
El decreto 377/2023 fue publicado este lunes en el Boletín Oficial argentino y especificó que se gravará la compra de dólares para el pago de servicios en el exterior y también para abonar las importaciones de bienes.
En este último caso el tributo es de 7,5%.
El denominado Impuesto País tiene algunas excepciones. Quedan por fuera los medicamentos y material para combatir el fuego, los bienes suntuarios (que ya pagan un impuesto de 30%) y los combustibles, lubricantes, bienes intermedios vinculados a la canasta básica alimentaria. El resto debe pagar. El impuesto lo reciben los bancos cuando los importadores acceden al Mercado Libre de Cambios (MLC).
La medida no pasó desapercibida en Uruguay. El presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias (CIU), Washington Durán, dijo que es “una mancha más, una dificultad más” para las empresas exportadoras.
Expuso que la nueva restricción “seguramente a muchas las va a sacar del mercado”. Desde el sector industrial se entiende que Uruguay también tiene que asumir alguna culpa porque a las exportaciones provenientes de países del Mercosur les aplica el cobro de la Tasa Consular. De todos modos, Durán expresó que la medida debería ser recurrida en los ámbitos que correspondan
Fuentes oficiales dijeron que Cancillería está estudiando el tema en la Dirección del Mercosur, junto con el Ministerio de Economía (MEF). En ese ámbito se analiza la posibilidad de realizar algún planteo al gobierno de Alberto Fernández.
Durán señaló como mayor problema la pérdida de institucionalidad que ha tenido el Mercosur para la toma de decisiones y entonces cada uno de sus integrantes se mueve a su propio impulso. “No sé con qué autoridad salen después a reclamarle a Uruguay cuando quiere negociar por su cuenta con terceros mercados”, afirmó.
“Lo que hace Argentina, Brasil, incluso Uruguay, son todas medidas propias de una zona de libre comercio, no de una unión aduanera. Todos los países tienen sus pecados. El problema es que Argentina hace uso y abuso de eso”, añadió el representante de la CIU.
Los industriales siguen apostando al Sistema de Pagos en Monedas Locales (SML) como una herramienta para facilitar el comercio bilateral con Argentina. A principios de mes, los bancos centrales de los dos países firmaron una carta de intención para ampliar las operaciones admitidas dentro de ese sistema. Ahora falta que se alcance un acuerdo entre los ministerios de economía.
Este jueves una delegación de la Unión de Exportadores (UEU) se reunió con el presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat, para intercambiar sobre este tema. En la gremial también ven al SML como una herramienta más para facilitar el comercio con bilateral. Pero la extensión del Impuesto País a las importaciones tampoco fue bien recibida. “Es una complicación más dentro de la ya complicada exportación a Argentina”, dijo el presidente de la UEU, Facundo Márquez.
También hay otro inconveniente que enfrentan los exportadores uruguayos: la demora de los permisos en el Sistema de Importación de la República Argentina (SIRA).
Violación de tratados
El decano de la UCU Business School, Marcos Soto, indicó que la aplicación del 7,5% a la compra de dólares para el pago de las importaciones de bienes no le preocupa demasiado porque en realidad es una devaluación encubierta.
Lo que sí le genera preocupación es cómo Argentina mueve normas discrecionalmente. “Son de comercio exterior y por tanto deberían contemplar la normativa del Mercosur. Una vez más termina violando todos los tratados”, sostuvo.
Expuso que la medida se produce en un contexto en el que Uruguay viene planteando la necesidad de flexibilizar el Mercosur y avanzar bilateralmente con terceros mercados, pero recibe una respuesta negativa del Mercosur con el argumento de que eso viola la unión aduanera. Sin embargo, añadió, Argentina lo hace. “Es grave, es el punto más
preocupante de la medida”, concluyó.