Ante las preocupaciones de seguridad por el almacenamiento y producción de inmunizadores, la OMS ha llamado a buscar opciones más confiables. 

Cuando la erradicación del virus polio está en el horizonte, la comunidad científica debate en torno a la seguridad de una cantidad masiva de vacunas en almacenamiento o en producción. Cada una de ellas contiene cepas vivas del virus que podrían escapar y repopular el medio ambiente.

Ante ello, investigadores del Instituto Nacional de Estándares Biológicos del Reino Unido publicaron un reporte de cepas más seguras del virus. Su trabajo, que apareció en la revista científica PLOS Pathogens, es sobre nuevas vacunas que, además de efectivas, no presentan el riesgo de generar enfermedad en caso de una liberación accidental o planificada.

La investigación llega después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hiciera un llamado a dejar de utilizar vacunas de polio con versiones atenuadas del patógeno vivo y, en cambio, usar una cepa llamada Sabin. Los académicos, no obstante, argumentan que esta cepa es inestable y potencialmente problemática en su forma natural.

El estudio comenzó a base de la propia cepa Sabin, cuya atenuación y reversión ha sido estudiada y es conocida en la comunidad científica. No obstante, tras modificar uan región partuclar del ARN del virus, lograron desarrollar una versión genéticamente más estable que pudieron comparar con la original y con otras cepas conocidas.

“Hemos desarrollado nuevos tipos de vacuna que no tienen riesgo para la población humana si escaparan”, concluye el estudio, que agrega que ello “permite una producción segura de la vacuna en el mundo después de la erradicación”.

De acuerdo con el estudio, el plan actual de la OMS “deja abierta la opción para que un panel de experto analice los nuvos desarrollos en torno a su estabilidad, atenuación y potencial transmisión de virulencia de una persona a otra”. Por ello, han solicitado que sus nuevas cepas sean evaluadas de esa manera.