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Nueve consejos para prevenir daños con el ruido de los fuegos artificiales en Año Nuevo
Martes, Diciembre 29, 2015 - 12:17

Los espectáculos pirotécnicos dominan las fiestas de fin de año. Su intensidad sonora es mayor que la del paso de un avión.

El fin de año se caracteriza por el intenso uso de la pirotecnia. Además de los riesgos de posibles quemaduras cuando se manipulan o cuando se ubican cerca de las explosiones, lo cierto es que también hay que tener cuidado con la salud auditiva.

Los fuegos artificales son para muchas personas un espectáculo imperdible en el fin de año. Sin embargo, disfrutar en primera fila de este tipo de eventos y sentir en carne propia la vibración y el estruendo que provocan puede originar daño en los oídos, que en el peor de los casos puede ser permanente y que sólo podrá apreciarse su efecto en el largo plazo.

El fonoaudiólogo Luis Ortega, responsable  de Calidad, Formación y Audiología de los centros auditivos Gaes-Chile, asegura que los más afectados son los jóvenes, niños y adultos mayores.

“Una fuerte detonación superior a 140 decibeles puede causar un trauma acústico que puede derivar en serios daños en nuestro oído”, subraya. Debe considerarse como referencia que una conversación a un volumen normal genera 60 decibeles; pasar la aspiradora, 70; las bocinas en una congestión vehicular, 90; un motor de avión, 120.

Así, los fuegos artificiales emiten intensidades mayores que el paso de un avión, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona estos eventos como perjudiciales si no se toman precaución. “Los niños pequeños son los más afectados por una condición natural, sus oídos son más frágiles e inestables. Además son la población más expuesta a los fuegos artificiales”, advierte Ortega.

Lo central es cuidar la distancia con el punto de detonación del espectáculo pirotécnico, ya que mientras más lejos se ubiquen las personas habrá menor posibilidad de daño por ruido. Los lugares abiertos también son una ventaja versus los espacios cerrados, pues en el primer caso la lesión será menor.

“Los fuegos más peligrosos son aquellos de alto impacto como por ejemplo, las bombas de luces. Es preferible actuar con seguridad y mantener las distancias, para así evitar cualquier problema debido al ruido o  la posibilidad de quemaduras”, indica el especialista.

Ortega indica que se debe poner atención si después del espectáculo se siente un zumbido en los oídos que dificulte escuchar la voz de las otras personas. Cuando eso ocurre, significa que el oído ha sufrido daño temporal; el que podría transformarse en permanente si la exposición es regular en el tiempo.

Dentro de las primeras señales que se deben considerar están las siguientes:

1. Si es necesario subir el volumen de televisores, radios.

2. Pedir que le repitan una conversación.

3. Sentir zumbidos o “pitos” en el oído.

4. Dejar de percibir sonidos de baja intensidad, como el canto de los pájaros, o el sonido del viento en las hojas de los árboles.

Ante alguna de estas señales, se recomienda realizar un chequeo auditivo y/o una evaluación médica.

Recomendaciones específicas:

5. Cuidar la distancia que tenemos desde el punto de detonación del espectáculo pirotécnico, ya que mientras más lejos estemos habrá menor posibilidad de daño por ruido.

6. Mantener a los niños alejados, ya que ellos son la población más susceptible de sufrir consecuencias negativas.

7. Preferir los espacios abiertos en lugar de los espacios cerrados

8. Los tapones o un poco de algodón en los oídos de los más pequeños pueden ayudar a disipar la onda sonora (con esta precaución el ruido se puede atenuar unos 20 decibeles).

9. Acudir ante un especialista ante cualquier duda sobre la calidad de la audición tras las fiestas de fin de año.
 

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