"¿Puedo ser tu amigo?" podría funcionar a los niños para romper el hielo, pero no es algo que se oiga mucho entre adultos.
Nueva York. Un compañero que acabo de conocer en el trabajo me ha invitado a ser su amigo en Facebook. No quiero ofenderlo, pero tampoco quiero compartir mis fotos ni mis malos resultados en el Scrabble con alguien a quien apenas conozco.
¿Puedo ignorar su invitación?
"¿Puedo ser tu amigo?" podría funcionar a los niños para romper el hielo, pero no es algo que se oiga mucho entre adultos, al menos fuera de Las Vegas.
La amistad, como se entiende por lo general, es una relación que se construye a partir de intereses compartidos, experiencias comunes y la imperiosa necesidad de pedir prestado a tu vecino las herramientas.
Aún así para mucha gente, Facebook permite retrotraernos a las simplezas de la guardería.
Más que invitar a alguien a que sea nuestro amigo de Facebook después de haberlo conocido en el mundo real, muchos de nosotros usamos Facebook como un atajo para evitar el tiempo que hace falta para construir una relación.
¿Por qué molestar a alguien que acabas de conocer con preguntas sobre su familia, intereses y capacidad de mantener una granja o un acuario, cuando simplemente puedes enviarle una petición de amistad y leer las respuestas en tu tablón de noticias de Facebook?
No damos mucha importancia a recibir peticiones de amistad después de conocer a alguien por primera vez en, digamos, la cena de una fiesta.
Si te gusta la persona, quizá porque trajo una excelente botella de vino a la fiesta, entonces puedes aceptar la petición con la esperanza de otra oportunidad para catar su bodega.
Si no llegaste a probar el vino porque accidentalmente lo derramó en tu nuevo vestido, entonces los expertos de protocolo probablemente estarían de acuerdo en que puedes declinar la petición de amistad, enviarle una factura de lavandería y humillarle en una publicación para que lo vean tus verdaderos amigos de Facebook.
Pero en el trabajo la dinámica es diferente. Las consecuencias de ofender a alguien al ignorar su petición de amistad son mayores con un compañero al que ves todos los días que con alguien con el que coincides en una cena sin importancia y al que probablemente no vuelvas a ver.
Entonces, ¿por qué la gente con la que trabajas está cada vez más interesada en compartir su información de Facebook?
Joan Morris DiMicco, una investigadora de IBM que estudia los programas informáticos para la interacción entre los compañeros de trabajo, dijo que se debe parcialmente a que algunas personas simplemente no anticipan las consecuencias de compartir su vida personal con los compañeros.
Pero también se debe a una función de Facebook que hace recomendar a la gente otras personas para agregarlas como amigas.
"Una vez que has conectado con una persona con la que trabajas, obtienes recomendación de otras personas con las que trabajas", dijo.
Por supuesto, mucha gente no tiene problema con hacerse amiga de otros compañeros, especialmente de aquellos que conoce bien. Pero para aquellos que prefieren mantener su trabajo y vida privada por caminos diferentes, hay opciones más allá de ignorar una petición de amistad no deseada.
Una es aceptar la invitación y luego configurar las herramientas de privacidad de Facebook para limitar el flujo de información entre tu nuevo "amigo" y tú. Para hacer esto, puedes crear una lista de "compañeros de trabajo" en el menú Amigos y meter en ella a tu nuevo amigo.
Después se puede acudir a la configuración de privacidad y usar la sección "Información de Perfil" para controlar la información que la gente puede ver en la lista de "colegas".
Una alternativa, dice la experta de protocolo laboral Barbara Pachter, es sugerir al compañero con el que contactas que use Linkedln, una red social para relaciones profesionales.
"Puedes simplemente dar un paso adelante y pedirles que te agreguen en Linkedln y esperar que se olviden de haberte enviado una petición de amistad en Facebook", dijo Pachter, autora de New Rules @ Work.
"O puedes decir, gracias por preguntar. Tengo Facebook (reservado) para familia y amigos. (En cambio) Te pido que me agregues en una red social profesional".
Pachter dijo que hagas lo que hagas, es importante no ofender a tu compañero, y no sólo porque la educación es un buen protocolo.
"La persona a la que ofendes podría terminar siendo tu jefe el año que viene", dijo.