Por Maribel R. Coronel, para El Economista.
Cada hora mueren en México unas 10 personas a causa del cáncer. El cáncer mata en el país a 85.000 personas cada año, y desde hace décadas se mantiene al alza: cada año se registran 195.000 nuevos casos de los diferentes tipos de cáncer, y no se ve que la tendencia vaya a detenerse.
Lo más inquietante es que la mayoría de esas muertes podrían evitarse con estrategias preventivas del sistema de salud, pero ante todo con cambio de hábitos y estilo de vida de las propias personas.
Resulta que 80% de toda la mortalidad por cáncer se vincula directamente a enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) como mal cardiovascular, obesidad, complicaciones por diabetes y enfermedades pulmonares crónicas.
La adicción al tabaco y las dietas altamente calóricas son los factores asociados con la mayoría de los tipos de cáncer.
Esta realidad la exponen cada vez que pueden los especialistas y autoridades, pero como que no termina de entenderse. Hay que evidenciarla más. Ahora en el tercer Foro de Líderes contra el Cáncer realizado la semana pasada en la ciudad de Puebla, en el Salón Barroco del Edificio Carolino, ello se puso sobre la mesa.
Este foro se originó a partir de la Cumbre Mundial de Líderes contra el Cáncer celebrado con gran éxito en noviembre de 2017 en México. De ahí surgieron compromisos que con los foros anuales se busca seguir empujando para alcanzar resultados. Por lo pronto, donde no hay que quitar el dedo del renglón es en lo relativo a las causas prevenibles del cáncer.
Las dietas hipercalóricas, el tabaquismo y la inactividad física están aumentando en la sociedad mexicana el riesgo de desarrollar cáncer. Urge detener esa tendencia. Y ello depende de que la gente decida cambiar sus hábitos.
Los 7 tumores más frecuentes en México son: cáncer de mama, próstata, colon, enfermedades hematológicas (linfomas), cáncer de cérvix, de pulmón y estómago.
¿Estos diferentes tipos de tumores con qué pueden estar relacionados? Los primeros, de mama, próstata y colon, con dietas hipercalóricas; sólo 10% de estos cánceres son de tipo hereditario, el resto se debe mucho a estilos de vida no saludables como sedentarismo y alimentación excesivamente calórica. Abelardo Meneses, director general del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), lo planteó muy claro en el Foro, y es algo que forzosamente se tiene que tomar en cuenta en un plan contra el cáncer.
Con alimentación balanceada y mayor ejercicio físico se podría hacer mucho por abatir la incidencia al menos de los tres tipos de cáncer mencionados.
Aquí el punto es que los programas tienen que ser integrales y no sólo depender del Sector Salud. Como dice el doctor Meneses, el problema se podrá atacar si la Secretaría de Salud, que lleva Jorge Alcocer, trabaja en coordinación con la Secretaría de Educación que encabeza Esteban Moctezuma. Por ejemplo para impedir que los niños empiecen a fumar; hoy el inicio del tabaquismo es a los 13 años, hace una década era a los 17. Atacando el tabaquismo se lucharía contra 30% de tumores malignos que es la proporción de cáncer relacionado con la adicción al tabaco.
Pero también se tendría que trabajar con la Secretaría de Agricultura capitaneada por Víctor Villalobos, para regular en el campo la exposición a pesticidas, así como con la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) que lleva Josefa González Blanco Ortiz-Mena, para mejorar la potabilización del agua y evitar se ingieran sustancias dañinas en ciertas regiones.
Pero además también debería participar la Secretaría de Economía que dirige Graciela Márquez para incentivar medidas saludables en las empresas; la del Bienestar que lleva María Luis Albores pues en los renglones de mayor pobreza es donde la comida calórica es más accesible, y por supuesto que la Secretaría de Hacienda Carlos Urzúa para darle prioridad presupuestaria a la lucha contra el cáncer.