Fotografías, modelos, pósters, guiones, cámaras, maquetas y diseños de vestuario y escenografía revelan el universo visual de uno de los cineastas más influyentes del sigo XX.
El universo creativo de Stanley Kubrick rebasó la imagen en movimiento, para llegar al diseño, el dibujo, la arquitectura, la fotografía e incluso la narrativa que supo conjugar en películas como Senderos de gloria, Espartaco, Lolita, 2001: Odisea del espacio, y con ellas posicionarse como uno de los mejores cineastas del siglo XX.
De este universo da cuenta la muestra Stanley Kubrick que ocupará el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) con más de mil objetos, entre fotografías, modelos, pósters, guiones, cámaras, maquetas, objetos, diseños de vestuario y producción; los cuales en conjunto ofrecen una narrativa cronológica del trabajo del cineasta desde 1943 hasta su muerte.
Aun cuando se refiere directamente a las películas, no se hacen proyecciones de las mismas, sino se presentan escenografías, vestuarios y otros elementos que el propio Kubrick produjo; por ejemplo el traje de mono que usó en 2001: Odisea del espacio (1968); los vestidos de las gemelas de El Resplandor (1980); y el casco con el emblema “Nacidos para matar” del filmCara de guerra (1986).
“Se da una visión integral de quién fue el artista, no sólo un director de cine, sino que tenía un absoluto control de todo lo que hacía, y el conocimiento de todos los elementos, lo riguroso en su trabajo que hasta lo llamaban obsesivo”, refiere Beatriz de la Torre, responsable de relaciones públicas de Marco donde la muestra se presentará del seis de marzo al 26 de julio.
Organizada por el Deutsches Filmmuseum Frankfurt am Main, la retrospectiva inicia con una serie de fotografías que Kubrick tomó entre 1945 y 1951 cuando trabajó como fotoreportero para la revista Look, en Estados Unidos. Las imágenes, afirma De la Torre, revelan el manejo de la cámara y la composición de las escenas que luego proyectó en sus películas.
Desde estas primeras fotografías se puede notar un interés del cineasta por la experimentación con nuevos lenguajes y herramientas técnicas, incluso de la ciencia para llevarlas a la ficción de una imagen como en Naranja mecánica (1971) y El resplandor (1980).
“Llegó a niveles de perfeccionismo tan elevados que buscaba en temas tecnológicos quizá desconocidos en el momento, y creo que se planteó muchos retos tecnológicos en sus películas para diseñar cosas que técnicamente no existían en el cine como los lentes para la que tomó de investigadores de la NASA que estaban a haciendo unos lentes para la luna y él se apropia”.
De los objetos –que provienen en su mayoría de The Stanley Kubrick Archive de la University of the Arts London– también destacan los guiones, borradores, cuadernos, correspondencia, documentos de investigación de preproducción y accesorios para los efectos visuales que identificaron sus filmaciones.
