Estudiando ratones implantados con células cancerosas cervicales humanas, investigadores eliminaron muchos de los tumores de los animales con una combinación de radiación y tres fármacos que atacan el metabolismo del tumor.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Washington en St. Louis encontraron que los tumores cervicales que no responden a la radiación podrían ser vulnerables a terapias que también atacan el suministro de combustible del cáncer.
El estudio fue publicado en línea en la revista Cancer Research.
Estudiando ratones implantados con células cancerosas cervicales humanas, los investigadores eliminaron muchos de los tumores de los animales con una combinación de radiación y tres fármacos que atacan el metabolismo del tumor.
Los investigadores utilizaron tres fármacos diferentes, solos o combinados, para privar a los tumores cervicales de glucosa y bloquear el camino metabólico que ayuda a proteger a las células de cáncer de la acumulación de radicales libres tóxicos. Dos de los fármacos son de investigación y fueron aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el uso en personas como parte de pruebas clínicas. El tercer fármaco ha sido aprobado por la FDA para tratar la artritis reumatoide.
Históricamente, el cáncer cervical ha resultado difícil de estudiar en el laboratorio porque la mayoría de los casos son causados por el virus del papiloma humano (VPH) no hay equivalente de esta infección en ratones.
Los investigadores probaron la combinación de medicamentos en cuatro líneas diferentes de células cancerosas cervicales humanas. Una de las líneas de células fue vulnerable a la suspensión de la glucosa, pero las otras requirieron más intervención. Las cuatro líneas de células cancerosas respondieron de manera significativa a la radiación más la combinación de tres fármacos. Una línea fue eliminada por completo. Los investigadores señalaron que los ratones no mostraron signos obvios de efectos secundarios con esta terapia.
Cuando se le suspende la glucosa, una célula cancerosa se ve forzada a buscar un combustible alternativo. Con el tumor en este estado vulnerable, los investigadores atacan de nuevo bloqueando la capacidad de la célula para mitigar el caldo tóxico que la célula crea con su propio metabolismo perturbado. El tratamiento básicamente obliga a la célula a ahogarse en su propia toxicidad.
Históricamente, el cáncer cervical ha resultado difícil de estudiar en el laboratorio porque la mayoría de los casos son causados por el virus del papiloma humano (VPH) no hay equivalente de esta infección en ratones.
"El 95% de los casos de cáncer cervical están relacionados con el VPH y hay muy pocos estudios de este tipo de cáncer en ratones porque el VPH es un virus humano", dijo una de las autoras del estudio, Julie K. Schwartz, profesora asociada de oncología radiológica de la Facultad de Medicina de la Universidad Washington.
"Es muy difícil producir un modelo en ratones de un tumor sólido del tipo que vemos en la mayoría de las mujeres con diagnóstico de cáncer cervical. Creemos que lo que aprendamos del estudio del cáncer cervical ayudará a mejorar los tratamientos para cualquier cáncer originado en el VPH", dijo.