El consumo excesivo de golosinas puede provocar diversos malestares y efectos en la salud.
Como ya es tradición, este 31 de octubre se celebrará Halloween y los niños se preparan para recolectar los “dulces”. Sin embargo, su consumo en exceso puede generar malestares estomacales, náuseas y hasta vómitos y, en algunos casos, alergias alimentarias por el aporte, por ejemplo, de algún colorante artificial.
Priscila Candia, directora de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián comenta que “el consumo excesivo de golosinas contribuye a aumentar de peso, debido al alto aporte calórico entregado por sus azúcares refinados y las grandes cantidades de grasas de chocolates, galletas o mantecados, entre otros”.
Es por ello, que la nutricionista entrega las siguientes recomendaciones:
- Conversar con los niños acerca de las desventajas de consumir golosinas en exceso.
- Tener poca cantidad de dulces en el hogar y coordinarse para que los vecinos den mínimas cantidades.
- Fomentar en reemplazo de las golosinas, la entrega de alimentos saludables como mandarinas, frutillas, plátanos, manzanas o por regalos y sorpresas tipo cumpleaños.
- Dosificar las cantidades diarias a consumir, procurando contar con algún contenedor especial para guardar lo que pueden consumir durante el día (que debe entregar un aporte calórico máximo de 70 calorías).
- Prepararles en el hogar un bowl con dulces de Halloween y permitirles que coman esos días una pequeña cantidad.
- Evitar el consumo diario de bebidas azucaradas como jugos y gaseosas, por su importante cantidad de azúcares. Reemplazarlas por agua pura, aguas saborizadas (menta, cedrón, limón), jugos de frutas sin azúcar o endulzados con endulzantes no calóricos.
- Evitar el consumo de dulces en la noche, ya que los alimentos con mucha grasa como chocolates y algunas galletas, retardan el vaciamiento gástrico, alterando el sueño. Asimismo, el exceso de azúcar de los caramelos provoca meteorismo con distensión gástrica y cólicos.
- Para reducir el consumo de azúcar es recomendable tener alternativas, como bolsitas con frutos secos como maní, almendras o nueces, cascaritas de naranja o avellanas bañadas con chocolate, merenguitos horneados. Todo de tamaño muy pequeño.