El excontrolador de la constructora OAS, Leo Pinheiro, habría reconocido en sus declaraciones a fiscales que donó 100 millones de pesos (unos US$143 mil) a la campaña presidencial de Michelle Bachelet en 2014.

Chile Vamos salió a criticar de inmediato a la expresidenta Michelle Bachelet luego de la revelación del dueño de la constructora brasileña OAS, Leo Pinheiro, quien habría reconocido en sus declaraciones la fiscalía de Brasil que donó 100 millones de pesos a la campaña presidencial de Michelle Bachelet en 2014.

Mario Desbordes, timonel de Renovación Nacional, aseguró que si dichos antecedentes son verídicos, se trata de una situación realmente grave. “Esta misma empresa ha reconocido financiamiento ilegal de la política en varios países. Hay una arista que se está investigando en Chile, que es la de ME-O”, subrayó.

El reportaje realizado en conjunto por Folha de Sao Paulo y The Intercept, revela que Pinheiro tenía miedo de perder el contrato para la construcción del puente del Chacao, que OAS se había adjudicado en consorcio con Hyundai, pero del cual desistió formalmente en junio pasado.

El empresario habría ofrecido la donación gracias a la intermediación del expresidente de Brasil Lula da Silva, en prisión por dos condenas por corrupción; y por el exmandatario chileno, Ricardo Lagos, cuya operación se concretó mediante un pago que se habría realizado a través de un contrato ficticio de asesoramiento a la empresa Martelli y Asociados.

“Se debería investigar la existencia de ese contrato con la empresa”, aseguró.

Sin embargo, Desbordes puso en duda que Giorgio Martelli, conocido operador político de la campaña de la exmandataria, haya sido quien realizó las gestiones. Por el contrario, apuesta porque la negociación se tuvo que haber realizado al más alto nivel del entorno de la campaña.

Por su parte, el diputado gremialista Juan Antonio Coloma -quien fue parte de la Comisión Investigadora del caso OAS- aseguró que es un hecho extremadamente grave, por lo que anunció acciones para que se investigen dichos antecedentes en Chile, ya que estos darían cuenta que efectivamente la campaña de Bachelet contó con financiamiento irregular.

“OAS es una empresa internacional que se dedicó a financiar candidaturas de izquierda a cambio de contraprestaciones. Osea, de corrupción. Y hoy, después de años de investigación, de comisiones investigadoras que no llegaron a nada, precisamente porque se negaron a declarar, después que el mismo (fiscal nacional) Jorge Abbott viajara a Brasil a reunirse con fiscales (…) Y tal como sospechamos, este financiamiento también llegó a Chile”, acusó.