A continuación, seis consejos para mantener el espacio ordenado. Intenta ponerlos en práctica durante los primeros 30 días y verás como aparece el hábito.
Mantener el orden de todos los espacios en donde nos movemos, no sólo resulta conveniente. Ahorramos un recurso muy importante como lo es el tiempo y nos volvemos más productivos.
Las personas organizadas mantienen sus espacios organizados. Y, si hacemos del orden un hábito, las personas desorganizadas podemos transformarnos en seres organizados. La acción genera ser.
Es por ello que muchos programas de desarrollo personal (que nada tienen que ver con decoración y optimización de espacios) sugieran como primer paso ordenar la casa, armarios y oficina.
Te dejamos una serie de consejos prácticos para comenzar hoy mismo. Intenta ponerlos en práctica durante los primeros 30 días y verás como aparece el hábito.
1. No le tomes cariño a los papeles, insumos de oficina y accesorios poco prácticos y en desuso. Mira tu escritorio y el espacio que lo rodea y despréndete de todo aquello que no uses habitualmente. Revisa los documentos pendientes y tira lo que ya no sirva, archiva lo que necesites, delega lo que puedas y resuelve lo que tengas que resolver.
2. No llenes tus espacios con cajas y organizadores de todos los tamaños. Utiliza solo los necesarios y procura mantener despejado el espacio de trabajo.
3. Cada cosa tiene su lugar y si no lo tiene, hay que asignarselo. No se trata de esconder y apilar las cosas adentro de un mueble. Las cosas que utilizas a diario dejalas a mano.
4. Piensa en la funcionalidad de tu espacio, desde los muebles y accesorios que tienes hasta cómo ubicas los mismos con el fin de facilitar la circulación e incrementar tu comodidad.
5. Organiza tus papeles y a futuro, antes de imprimir algún documento pregúntate si realmente es necesario hacerlo. En sintonía con los cambios tecnológicos y el cuidado del medio ambiente, procura digitalizar tus archivos.
6. El orden de tu espacio también aplica para los archivos de tu computadora personal y los e-mails que recibes.
¿Te animas a comenzar hoy mismo?
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