En América Latina y el Caribe hay poco más de 20 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan.
Seis de cada 10 empleos disponibles para los jóvenes en este momento son en condiciones de informalidad, afirmó Elizabeth Tinoco, directora Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe, y agregó que “estamos frente a un desafío político importante, pues el alto desempleo e informalidad configuran un cuadro en el que se generan altas dosis de desaliento y frustración por la falta de oportunidades”.
En América Latina y el Caribe hay 108 millones de jóvenes entre 15 y 24 años, de los cuales poco más de la mitad, 56 millones, forman parte de la fuerza laboral. Es decir, son jóvenes que tienen un empleo o que están buscando un empleo en forma activa.
Entre estos jóvenes la tasa de desempleo alcanza a 13,3% en el promedio regional, el triple que la de los adultos. Se estima que más de 7 millones de jóvenes no logran conseguir empleo, lo cual equivale a 40 % del total de desocupados en la región.
La mayor parte de estos empleos informales para los jóvenes son generados en la economía informal, con gran frecuencia en pequeñas y micro empresas que no están formalizadas. Pero las condiciones de informalidad también afectan a 32% de los jóvenes que trabajan en empresas formales.
La tasa de informalidad entre los jóvenes asalariados llega a 45,4%, mientras que entre quienes trabajan por cuenta propia, incluyendo los emprendedores jóvenes, la informalidad llega a 86.4 por ciento.
En América Latina y el Caribe hay poco más de 20 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan.