El vehículo de la compañía IBM comenzará a fabricarse a partir de 2018 y estará especialmente diseñado para todo tipo de minusvalías, aportando a la mejora de la accesibilidad urbana.
La accesibilidad se puede llegar a considerar una utopía en muchas de las grandes ciudades de nuestro planeta. Los minusválidos se encuentran día a día con barreras de todo tipo que realzan aún más su condición. No obstante, existen avances que poco a poco luchan para que sea la ciudad la que se encuentre al servicio del discapacitado y no al revés.
Este es el caso de Olli. ¿Qué es Olli? Son unos autobuses que están diseñados para transportar a personas con discapacidades visuales, auditivas, físicas y cognitivas. Este proyecto está creado por IBM, Local Motors y la empresa del creador de la idea original, un ciudadano discapacitado llamado Manser.
Según el reportaje del MIT, el funcionamiento del vehículo se basará en la combinación de la inteligencia artificial, la realidad aumentada y aplicaciones de móviles diseñadas exclusivamente para personas con algún tipo de minusvalía. El autobús no supera los 60 kilómetros por hora y está pensado para incluirse en la flota del transporte público de las ciudades, en aeropuertos, universidades o empresas privadas.
Otra de las particularidades de Olli es que es totalmente autónomo, por lo que no existirá la figura de un conductor que guie el vehículo. Para ello, se integra en el proyecto IBM para prestar su inteligencia artificial llamada Watson, que hablará con los pasajeros, tanto por voz como por textos escritos sobre una tablet.
El proyecto nació en 2016 con la colaboración de Local Motors e IBM, que consiguieron terminar una primera versión en junio. Ese prototipo se encuentra de pruebas por Alemania y Suiza. Las siguientes versiones incluirán nuevas tecnologías que mejorarán el invento, y se comenzará a denominar “Olli accesible”, que empezará a fabricarse en 2018.
¿Cómo será un viaje en Olli?
La navegación del bus viene de parte del radar LIDAR y cámaras ópticas de la empresa Meridian Autonomous. Esta empresa construye mapas en 3D del lugar, y Local Motors se asegura de que la precisión de estos sea correcta. Posteriormente, el humano encargado de los autobuses de esa zona marcará la ruta del autobús.
Los pasajeros no deben preocuparse si hay una emergencia. Olli estará programado para pararse y avisar a un supervisor. Mientras, el propio vehículo realiza un listado con los posibles incidentes. Si se detecta que el problema es médico, el autobús avisará a las autoridades o de dirigirá automáticamente a un hospital.
Más tecnologías, más accesibilidad
Para este autobús no todo está inventado. Local Motors e IBM están realizando estudios y encuestas para detectar las carencias que Olli puede presentar todavía. Gracias a estas investigaciones están trabajando en nuevos complementos tecnológicos que añadir al autobús y que mejorará sustancialmente la capacidad de accesibilidad que este presta a sus clientes.
Por ejemplo, una de las novedades podría ser la capacidad del propio vehículo de guiar a las personas con discapacidades visuales hacia asientos libres gracias a la visión de las cámaras que identificarán los huecos existentes, y a una aplicación móvil que dirigirá al pasajero. Otra opción sería avisar a las personas mediante una pequeña vibración que el asiento libre produciría para avisar de que pueden sentarse.
Por su parte, para los discapacitados auditivos se está valorando la incorporación de la realidad aumentada para que el resto de pasajeros interprete el lenguaje de signos por medio de sus smartphones. Además, el autobús sería capaz de reconocer este lenguaje por medio del aprendizaje automático y el reconocimiento de imágenes de Watson, respondiendo así a las necesidades de estas personas.
También se ha convertido en una prioridad del proyecto tener la capacidad de reconocer en las paradas a pasajeros con andadores y sillas de ruedas para agilizar la subida de estos al autobús, algo muy reclamado en la actualidad en las grandes ciudades.
Tecnología al servicio de la discapacidad
Existen muchos más ejemplos de inventos creados para eliminar las barreras inherenteas a minusvalías, como Iris Bond Duo, el aparato que permite que personas con problemas de movilidad puedan utilizar sin problema dispositivos electrónicos.
Este desarrollo se constituye como la segunda generación de dispositivos pensados para personas enfermas de ELA, parálisis o daños cerebrales, y que ahora, gracias a Irisbond, pueden controlar cualquier aparato electrónico únicamente con la mirada, dándoles la posibilidad de escribir, leer, escuchar música, ver películas, jugar, trabajar, estudiar y, sobre todo, de comunicarse con cualquier persona, por sus propios medios y sin depender de terceros.
En definitiva, probablemente, se convierta en la base de un futuro más accesible y sin barreras, donde nadie tenga que sentirse distinto al resto por sus capacidades.