Los bebés que consumen leche materna rica en omega 3 y 6 tienen menor riesgo de desarrollar infecciones, se nutren y se estimula su sistema neurológico.
Con una alimentación balanceada y equilibrada, rica en omega 3 y 6, se pueden reducir al menos 800 mil muertes durante el proceso de gestación y alrededor de 3 millones de decesos en recién nacidos, según estudios realizados por Pedro Gutiérrez Castrellón, médico pediatra y director de la Unidad de Investigación Translacional de Nutrición del Instituto Nacional de Perinatología en México.
De acuerdo con el galeno, se ha demostrado que a través de modificaciones muy tempranas en la dieta de las mujeres embarazadas y del niño en los primeros años de vida también se puede revertir y enlentecer la aparición de enfermedades futuras como la diabetes, hipertensión, trastornos cardiovasculares y obesidad.
Contrario a lo que se pensaba en los últimos años acerca del impacto que podría tener la herencia en este tipo de enfermedades, explica el especialista mexicano, un cambio en la alimentación puede lograr que los genes que protegen de dolencias se sobreexpresen de manera temprana y los que llevan al desarrollo de enfermedades se mantengan dormidos.
Gutiérrez indica que la mujer en el embarazo y en su etapa de lactancia debe consumir alrededor de medio kilo de pescado a la semana (salmón, trucha o marlin), ya que tiene omega 3 y 6. Estos ácidos, dice el experto, ayudan a reducir complicaciones cercanas al momento del parto, previenen la ruptura prematura de la membrana amniótica y evitan el desarrollo de preeclampsia.
Los bebés que consumen leche materna rica en omega 3 y 6 tienen menor riesgo de desarrollar infecciones, se nutren y se estimula su sistema neurológico.
Gutiérrez manifiesta que, aparte de la alimentación balanceada, la clave está en brindar a las madres una suplementación mezclada de minerales, vitaminas, proteína e ingredientes bioactivos funcionales que ayudarán a prevenir todos estos riesgos.
El médico expresa que en Ecuador o México durante el primer trimestre las embarazadas consumen los suplementos que necesitan, como ácido fólico o hierro, ya que “están emocionadas por el bebé que viene”, pero conforme avanza el proceso de gestación tan solo el 50% de ellas mantiene la ingesta de este alimento.
“Si la mujer planifica quedar embarazada en un año, por ejemplo, lo ideal sería tener una alimentación y nutrición equilibrada y suplementada”, recomienda el investigador, y recalca que la madre puede seguir impactando positivamente en la salud del bebé y continuar con este régimen durante la lactancia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere una alimentación exclusiva del pecho materno durante los seis primeros meses, a partir del séptimo mes debe ser complementada con comida sólida y esto se extiende hasta los 2 años de edad.
En cuanto a la forma de consumir los suplementos alimenticios, el galeno menciona que lo mejor es optar por alguno que sea líquido, que contenga todos los nutrientes necesarios, especialmente omega 3 y omega 6, porque así la madre puede adherirlo a su dieta.
“Solo el 60% de las mamás consume su dieta y se toma como medicina los suplementos vitamínicos. A diferencia de lo que ocurre cuando las invitamos a que coman su dieta balanceada con un suplemento que lo ingieren como parte de su alimentación y en ese sentido se ha logrado hasta un 92% de acogida”, agrega.
