Así concluye en un informe técnico en el que se han analizado hasta 34 estudios realizados hasta la fecha sobre el consumo de tabaco y el nuevo coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha avisado de que las personas infectadas por COVID-19 y fumadoras tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad de forma grave e, incluso, de muerte, si bien ha reconocido que por ahora no se ha demostrado que tengan un mayor riesgo de infectarse, en comparación con los que no fuman.
Así concluye en un informe técnico en el que se han analizado hasta 34 estudios realizados hasta la fecha sobre el consumo de tabaco y el nuevo coronavirus, de los cuales 26 eran observacionales y ocho metaanálisis, si bien en ninguno se ha analizado el riesgo de infección o de hospitalización de los pacientes fumadores.
"Los estudios centrados en los hospitales que informan sobre las características de los pacientes pueden tener varias limitaciones, ya que no es sencillo recopilar datos sobre el tabaquismo en contextos de emergencia sanitaria. Además, las características de los hospitalizados difieren según el país, los recursos disponibles, el acceso a los hospitales y los protocolos clínicos", ha explicado el organismo de Naciones Unidas.
Ahora bien, con la evidencia actual disponible, la OMS ha informado de que fumar está asociado a una mayor gravedad de la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, así como de muerte, en pacientes hospitalizados.
No obstante, y aunque reconoce que probablemente esté relacionado con la gravedad de la enfermedad, "no hay evidencia" para cuantificar el riesgo que tiene un fumador de ser hospitalizado por COVID-19 o, incluso, de infectarse, por lo que la OMS ha destacado la necesidad de realizar más estudios para conocer este aspecto.
Finalmente, y dados los daños que provoca el consumo de tabaco y el tabaquismo pasivo, el organismo ha recomendado dejar de fumar, comentando que existen intervenciones que han demostrado su utilizar para abandonar el tabaquismo como, por ejemplo, las aplicaciones móviles, las terapias de reemplazo de nicotina o los medicamentos aprobados para dejar el tabaco.