Uno de cada seis ancianos de 60 años o más, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, sufren diferentes formas de abuso, según se indicó en el más reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Uno de cada seis ancianos de 60 años o más, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, sufren diferentes formas de abuso, lo que afecta su salud y bienestar, se indicó hoy en el más reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio, apoyado por la OMS y publicado por Lancet Global Health, se basa en la mejor evidencia disponible proveniente de 52 estudios en 28 países de diferentes regiones, incluyendo 12 países de ingresos bajos y medios.
El estudio encontró que casi 16% de las personas de 60 años o más fueron objeto de abuso psicológico, abuso financiero, descuido, abuso físico o abuso sexual.
El problema más frecuente, por ejemplo, es el abuso psicológico que incluye comportamientos que dañan la autoestima o el bienestar del anciano como los insultos, el asustarlo, avergonzarlo, destruir sus propiedades o impedirle que vea a familiares y amigos.
Todas las formas de abuso pueden tener un efecto sobre la salud de los ancianos como lesiones traumáticas y dolor, depresión, estrés y ansiedad y en consecuencia, un mayor riesgo de ser llevado a un asilo, de recurrir a los servicios de emergencia, de ser hospitalizado o de morir.
"A pesar de la frecuencia y de sus serias consecuencias para la salud, el abuso a los ancianos sigue siendo uno de los tipos de violencia menos investigados en los estudios nacionales y uno de los menos atendidos en los planes nacionales para prevenir la violencia", dijo Alana Officer, asesora de salud del Departamento de Envejecimiento y Trayectoria de Vida de la OMS.
"Tenemos que hacer mucho más para prevenir y responder a la creciente frecuencia de las diferentes formas de abuso", dijo.
Para el año 2050, el número de personas de 60 años o más se duplicará para llegar a 2.000 millones a nivel global y la enorme mayoría de los ancianos vivirán en los países de ingresos bajos y medios, señaló el estudio.
Si la proporción de víctimas ancianas de abuso se mantiene constante, el número de personas afectadas aumentará con rapidez debido al envejecimiento de la población y llegará a 320 millones de víctimas para el 2050.
Para abordar la situación, los ministros de salud del planeta adoptaron la Estrategia Global y Plan de Acción de la OMS sobre Envejecimiento y Salud en la Asamblea Mundial de la Salud de 2016.
Se dará prioridad a mejorar los estudios sobre la frecuencia del abuso a los ancianos, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios del sureste de Asia, Medio Oriente y Africa, en donde hay pocos datos disponibles.
La estrategia de la OMS también reunirá evidencias y desarrollará pautas sobre lo que funciona para prevenir y responder de manera efectiva al abuso a los ancianos.
La Asamblea General de la ONU también designó el 15 de junio como el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez para que el mundo entero exprese su oposición al abuso y el sufrimiento de las generaciones más viejas.