Se estima que el costo anual de la demencia a nivel mundial es de US$ 818.000 millones, lo que equivale a más del 1% del producto interno bruto mundial.
A medida que la población mundial envejece, el número de personas que padece demencia se triplicará y pasará de 50 millones a 152 millones en 2050, según la Organización Mundial de la Salud.
“Cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos de demencia, de los que seis millones se producen en países de ingresos bajos y medianos”, señala el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “El sufrimiento que provoca esta enfermedad es enorme. Debemos actuar: hay que prestar más atención a este creciente problema, y garantizar que todas las personas que padecen demencia reciban la atención que necesitan, allí donde vivan”.
Se estima que el costo anual de la demencia a nivel mundial es de US$ 818.000 millones, lo que equivale a más del 1% del producto interno bruto mundial. El costo total comprende los gastos médicos directos, la atención social y la atención prestada de manera informal (pérdida de ingresos de los cuidadores). Se prevé que de aquí a 2030, ese costo habrá ascendido a más del doble y alcanzará US$ 2 billones, lo que podría socavar el desarrollo social y económico, y desbordar los servicios sociales y de salud, en particular los sistemas de atención crónica.
Sistema mundial de vigilancia
El Observatorio Mundial de la Demencia, una plataforma en línea que hoy ha puesto en marcha la OMS, hará un seguimiento de los progresos realizados en la prestación de servicios a las personas que padecen demencia y a quienes se ocupan de ellas, a nivel nacional y mundial.
El Observatorio permitirá verificar la existencia de políticas y planes nacionales, de medidas de reducción del riesgo y de la infraestructura necesaria para proporcionar atención y tratamiento. También ofrece información sobre los sistemas de vigilancia y datos sobre la carga de morbilidad.
“Se trata del primer sistema de vigilancia mundial de la demencia que incluye un espectro de datos tan completo”, dice el Dr. Tarun Dua, del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS. “El sistema no solo nos permitirá hacer un seguimiento de los progresos realizados, sino también determinar en qué ámbitos serán más necesarias las intervenciones futuras, lo que es igualmente importante”.
Resultados alentadores
Hasta la fecha, la OMS ha recopilado datos procedentes de 21 países de todos los niveles de ingresos. Se prevé que, de aquí a finales del 2018, el número de países que aporta datos ascienda a 50.
Los resultados iniciales indican que una gran parte de los países que aportan datos ya está tomando medidas en ámbitos como la planificación, la concienciación acerca de la demencia, la atención a las necesidades de las personas con demencia (por ejemplo, facilitando la participación de las personas que padecen la enfermedad en actividades comunitarias y combatiendo su estigmatización), la prestación de apoyo a los cuidadores y la capacitación de estos, que a menudo son familiares.
De los países que hasta el momento han aportado datos:
- El 81% ha realizado campañas de sensibilización acerca de la demencia o de reducción del riesgo de demencia.
- El 71% cuenta con un plan para combatir la demencia.
- El 71% presta apoyo a los cuidadores y se ocupa de su formación.
- El 66% ha puesto en marcha iniciativas de atención a las necesidades de las personas con demencia.
En su Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud pública a la demencia 2017-2025, la OMS recomienda todas esas actividades.
El plan proporciona un programa de trabajo integral en las esferas siguientes: la sensibilización acerca de la demencia y la atención a las necesidades de las personas con demencia; la reducción del riesgo de demencia; el diagnóstico, tratamiento y atención; la investigación e innovación y la prestación de apoyo a los cuidadores de las personas con demencia.
El plan propone la adopción de medidas concretas que pueden aplicar los planificadores de políticas, los proveedores de servicios de salud y de asistencia social, las organizaciones de la sociedad civil y las personas con demencia y sus cuidadores.
El plan se ha elaborado prestando atención a la importancia de respetar los derechos humanos de las personas que padecen demencia y hacer que participen en la planificación de su atención, e incluye una serie de objetivos que permiten medir los progresos realizados.
Esfuerzo considerable
Apenas un 14% de los países que aportaron datos pudo indicar el número de personas a quienes se había diagnosticado demencia. Existen estudios previos que señalan que, en los países de ingresos bajos y medianos, el porcentaje de personas que padece demencia y no es consciente de su estado podría alcanzar el 90%.
Los datos también ponen de relieve que urge llevar a cabo investigaciones de mayor alcance. En los últimos años, ha habido algunos signos alentadores con relación a la financiación disponible para realizar investigaciones destinadas a encontrar un tratamiento capaz de curar la demencia, si bien aún queda mucho por hacer.
En 2016, se publicaron cerca de 7.000 artículos sobre la demencia en revistas revisadas por expertos, mientras que se publicaron más de 15.000 artículos sobre la diabetes y más de 99.000 sobre el cáncer.
Es necesario llevar a cabo estudios de investigación no solo para encontrar un tratamiento que permita curar la demencia, sino también en esferas como la prevención, la reducción del riesgo, el diagnóstico, el tratamiento y la atención.
El Observatorio proporcionará un banco de conocimientos donde las autoridades de salud y asistencia social, los profesionales médicos, los investigadores y las organizaciones de la sociedad civil podrán encontrar datos de ámbito nacional y regional sobre la demencia, informes mundiales, orientación en materia de políticas, directrices e instrumentos sobre la prevención de la demencia y la prestación de la atención necesaria.
Demencia es el nombre de un GRUPO de enfermedades que afectan la memoria
Fuente: OMS