Según la entidad, en promedio, sólo el 3% de los presupuestos de salud de los gobiernos se gastas en salud mental, variando de menos del 1% en los países pobres a 5% en los ricos.
La depresión es ahora la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS) el jueves, con más de 300 millones de personas sufriendola.
Las tasas de depresión han aumentado en más del 18% desde 2005, pero la falta de apoyo para la salud mental combinado con un temor común de estigma significa que muchos no reciben el tratamiento que necesitan para vivir vidas saludables y productivas.
"Estas nuevas cifras son una llamada de atención para todos los países a volver a pensar sus enfoques de la salud mental y para tratar con la urgencia que merece", dijo Margaret Chan, directora general de la OMS, en un comunicado de la agencia de la ONU Sede de Ginebra.
La OMS está llevando a cabo una campaña de salud mental para combatir el estigma y los conceptos erróneos llamados "Depresión: Hablemos". "Para alguien que vive con depresión, hablar con una persona que confía es a menudo el primer paso hacia el tratamiento y la recuperación", dijo Shekhar Saxena, director del departamento de salud mental de la OMS.
La depresión es una enfermedad mental común caracterizada por la tristeza persistente y una pérdida de interés y la falta de capacidad en las actividades cotidianas y el trabajo. Afecta a alrededor de 322 millones de personas en todo el mundo.
La depresión también aumenta el riesgo de varias enfermedades y trastornos importantes, incluyendo la adicción, el comportamiento suicida, la diabetes y las enfermedades del corazón, que se encuentran entre los asesinos más grandes del mundo
La OMS expresó su preocupación por el hecho de que en muchos países hay poco o ningún apoyo para las personas con trastornos mentales y dijo que sólo la mitad de las personas con depresión reciben tratamiento en las naciones más ricas.
En promedio, sólo el 3% de los presupuestos de salud de los gobiernos se gastas en salud mental, variando de menos del 1% en los países pobres a 5% en los ricos, según la OMS.
"Una mejor comprensión de la depresión y cómo se puede tratar ... es sólo el comienzo", dijo Saxena. "Lo que hay que seguir es la ampliación sostenida de los servicios de salud mental accesibles a todos, incluso a las poblaciones más remotas".