La organización llama a los países a aplicar medidas de salud pública integrales para mantener un nivel constante y sostenible de transmisión de bajo alcance o sin transmisión.
Los países que suavicen las restricciones impuestas para luchar contra la propagación del coronavirus deberían esperar al menos dos semanas para evaluar el impacto de tales cambios antes de aplicar nuevas relajaciones, dijo el miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su última Actualización de Estrategia, la agencia de la ONU dijo que el mundo se encuentra en una "coyuntura crucial" en la pandemia y que "la velocidad, la escala y la ecuanimidad deben ser nuestros principios rectores" a la hora de decidir qué medidas son necesarias.
Según la OMS, todos los países deben aplicar medidas de salud pública integrales para mantener un nivel constante y sostenible de transmisión de bajo alcance o sin transmisión y preparar su capacidad de reacción rápida para controlar cualquier propagación.
Algunos de los países más afectados por el virus están considerando ahora la posibilidad de levantar los confinamientos y comenzar la transición hacia la reanudación de la vida normal. La actualización de la OMS indica que cualquier medida de este tipo debe tomarse gradualmente, con tiempo para evaluar su impacto antes de que se tomen nuevas medidas.
"Para reducir el riesgo de nuevos brotes, las medidas deberían levantarse de forma gradual y escalonada, basándose en una evaluación de los riesgos epidemiológicos y los beneficios socioeconómicos del levantamiento de las restricciones en los diferentes lugares de trabajo, instituciones educativas y actividades sociales", dijo la OMS.
"Lo ideal sería que hubiera un mínimo de 2 semanas (correspondientes al período de incubación de COVID-19) entre cada fase de la transición, para dar tiempo suficiente a comprender el riesgo de nuevos brotes y responder adecuadamente", añadió.
China ha comenzado a levantar algunas de las restricciones más duras impuestas en la provincia de Hubei, donde surgió la enfermedad por primera vez a finales del año pasado. En Estados Unidos, que tiene el mayor número de casos y muertes confirmadas, Trump ha chocado con algunos gobernadores estatales sobre quién tiene la autoridad para comenzar a reabrir las actividades empresariales en el país.
Por su parte, algunos países europeos han comenzado a tomar medidas en pequeña escala para moderar los severos confinamientos.