El cólera mata a cerca de 95.000 personas al año y afecta a otros 2,9 millones anualmente.
Un grupo global integrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y socios lanzó hoy una nueva y ambiciosa estrategia para reducir en 90% las muertes por cólera para el año 2030.
El nuevo plan fue lanzado por la Fuerza Especial Global para el Control del Cólera (FEGCC), una red de más de 50 agencias internacionales y de la ONU, instituciones académicas y ONG que apoyan a los países afectados por la enfermedad.
El mapa de ruta busca alinear recursos, compartir las mejores prácticas y fortalecer las asociaciones entre los países afectados, los donadores y las agencias internacionales.
El mapa de ruta destaca la necesidad de adoptar un enfoque coordinado ante el control del cólera con planificación a nivel de los países para la detección y respuesta tempranos a brotes. Al implementar el mapa de ruta, cerca de 20 países y regiones afectados por la enfermedad podrían eliminar el cólera para el 2030.
El cólera mata a cerca de 95.000 personas al año y afecta a otros 2,9 millones anualmente. La enfermedad se propaga en sitios endémicos en donde brotes predecibles de la enfermedad ocurren año tras año.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que el cólera afecta más a los pobres y vulnerables. "Esta es la enfermedad de la desigualdad. Es inaceptable que a casi dos décadas de iniciado el siglo XXI, el cólera siga destruyendo vidas y paralizando economías", agregó, y confirmó que el mapa de ruta es "el mejor medio que tenemos para poner fin a esto".
Los avances en saneamiento del agua y servicios de higiene han dejado a Europa y América del Norte libres de cólera durante varias décadas. Pero más de 2.000 millones de personas en todo el mundo carecen de agua segura y se encuentran en situación de riesgo de presentar cólera.
Sistemas de salud débiles y una reducida capacidad de detección temprana también contribuyen a la rápida propagación de los brotes, señaló la OMS.
Para empeorar aún más las cosas, el cólera afecta de manera desproporcionada a comunidades ya afectadas por conflictos, falta de infraestructura, sistemas de salud deficientes y desnutrición. Proteger a estas comunidades antes de que el cólera ataque es significativamente más efectivo en términos de costo que responder de manera continua a los brotes.
El mapa de ruta global constituye un mecanismo efectivo para sincronizar los esfuerzos de los países, los donadores y los socios técnicos y destaca la necesidad de adoptar un enfoque multisectorial para el control del cólera con planificación a nivel de países para la detección y la respuesta tempranas a los brotes.